La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos ha puesto en marcha un ambicioso proyecto para proteger a la Tierra de cualquier amenaza. Como parte de este plan, la NASA estrellará deliberadamente una nave espacial contra un asteroide, con miras a desviar su trayectoria.
Aunque la colisión no destruirá por completo al asteroide, los especialistas creen que la fuerza desatada –conocida como “impacto cinético”– será suficiente para cambiar la trayectoria de ambos cuerpos celestes.
De acuerdo con cálculos matemáticos, la misión DART cumplirá su cometido diez meses después de su lanzamiento, programado para el 23 de noviembre. En caso de que este no pueda realizarse en dicha fecha, el equipo tendrá otra oportunidad al día siguiente. Si es necesario el evento podría retrasarse hasta febrero de 2022.