Niños y niñas son la población más vulnerable ante el Cambio Climático

Las consecuencias de la crisis climática y ambiental impactan de forma desigual: las poblaciones de los países que más contaminan y producen gases de efecto invernadero (GEI) son las que menos padecen sus efectos. En cambio, los países que menos emiten son los que más conocen los estragos que pueden causar; principalmente los niños y niñas.

Cada vez son más frecuentes los episodios extremos de inundaciones, sequías, huracanes y olas de calor en todo el mundo. Pero no todas las personas los viven por igual: los más afectados son los niños y niñas de África.

A los problemas climáticos y medioambientales, en los países de muy alto riesgo se suman los problemas derivados de la precarización de las condiciones de vida, principalmente por los servicios que reciben —como el agua y saneamiento, la atención médica y educación, y la falta de buena nutrición—. El combinado, convierte a los niños y niñas que los habitan en el grupo de personas más vulnerables al cambio climático.

Los expertos estiman que 850 millones de niños y niñas —uno de cada tres en todo el mundo— viven en zonas donde se solapan al menos cuatro de las perturbaciones climáticas y medioambientales anteriormente citadas. Además, nada menos que 330 millones de niños y niñas —uno de cada siete en todo el mundo— viven en zonas afectadas como mínimo por cinco peligros considerables.