El último “Robin Hood”, de la historia política de México, está encarcelado. Sus lindos y cautivadores ojos azules no ven la luz del sol; las mazmorras de la prisión lo tienen bajo la sombra eterna.
El Robbin Hood, siempre vestido de verde, blanco y rojo, tiene negociadores de la impartición de justicia que lo quieren de vuelta montado en la motocicleta para asaltar el reino de Cerbero.
Con un aproximado de 48 millones de mexicanos gobernados por los de azul a nivel nacional según el balance obtenido luego de la pugna electoral del pasado 6 de junio, estos se convirtieron en los principales adversarios de morena.
Precisamente el comandante en Tamaulipas de los azules, ese agente de sangre fría que encerró a Robin Hood, es uno de los prospectos para encabezar la gran batalla final de 2024, por eso el gurú Marko Cortés, guía blanquiazul, está preocupado de que al Robin Hood, lo dejen libre “aún fuera de la ley”, todo con la finalidad de calmar los vientos de cambio dominantes que encabeza Cerbero en Tamaulipas.
El gurú blanquiazul, estuvo precisamente en Tampico para cerrar filas, para presentar a los mejores perfiles y propuestas, y dar todo por un mejor PAN, un mejor Tamaulipas y un mejor México.
Robin Hood, sí es el más querido territorialmente en Tamaulipas, pero también es el que más daño le ha hecho al tejido social del estado vecino en el lado estadounidense: Texas, un reino extranjero donde sus monstruos se entienden a la perfección con una de las criaturas blanquiazules que podrían desafiar al engendro encomendado de continuar la Cuarta Transformación del aún presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
En la intimidad… A todo esto, Mario Delgado, dirigente de Morena dejó llorando a los Valderramistas; les mató la ilusión. Rodolfo, no es candidato ni en la colonia de Tampico donde vivió, lo dejó muy claro desde Matamoros, donde viven los meros jefes.
