La grave crisis de energía en China frenaba la producción en numerosas fábricas del país, incluidas muchas plantas que suministran a Apple y Tesla, mientras que algunos negocios operaban a la luz de las velas y los centros comerciales cerraban anticipadamente en el noreste, agudizando el costo económico de la escasez eléctrica.
China está sufriendo alteraciones en sus redes de energía causadas por una escasez de suministros de carbón, luego de haber ajustado sus estándares en las emisiones de gases contaminantes y en medio de una fuerte demanda de industrias que llevaron los precios del insumo a máximos históricos, lo que conllevó a restricciones de uso.
Las autoridades ordenaron un racionamiento durante las horas pico en muchas partes del noreste de China desde la semana pasada y residentes de ciudades como Changchún dijeron que las interrupciones se estaban produciendo antes y se extendían por más tiempo, reportaron medios estatales.
La crisis está poniendo nerviosos a los mercados bursátiles chinos, en un momento en que la segunda economía más grande del mundo ya muestra signos de desaceleración.
La economía china está lidiando además con dificultades en los sectores inmobiliario y de tecnología, a lo que se suman los problemas de liquidez del gigante de bienes raíces China Evergrande.
China se ha comprometido a reducir la intensidad energética en cerca de 3% en 2021 para cumplir con sus metas climáticas. Las autoridades provinciales también han intensificado las restricciones de emisiones en los últimos meses después de que solo 10 de las 30 regiones del continente lograron alcanzar sus objetivos energéticos en el primer semestre.
La situación ha estado afectando a los fabricantes en centros industriales clave en las costas este y sur durante semanas. Varios proveedores importantes de Apple y Tesla detuvieron la producción en algunas de sus plantas.