El Comando del Teatro Oriental del Ejército Popular de Liberación de China ha desplegado sus fuerzas navales y aéreas, incluidos los buques de combate, las aeronaves de alerta temprana y los bombarderos, para patrullar las aguas y el espacio aéreo al suroeste de la isla de Taiwán y llevar a cabo ejercicios de combate.
El despliegue militar se produce tras el paso del destructor estadounidense USS Barry este viernes, calificado por el Gobierno chino como una provocación. “Este tipo de frecuentes provocaciones de EE.UU. demuestran plenamente que EE.UU. es un destructor de la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán, y un creador de riesgos para la seguridad en todo el estrecho de Taiwán”, ha declarado este sábado Shi Yi, portavoz del Comando del Teatro Oriental.
Los ejercicios actuales del Ejército chino tienen como objetivo “mejorar las capacidades operacionales integradas”, detalló el vocero, quien indicó que planean organizarlos “regularmente” en función de la situación en el estrecho de Taiwán y de la necesidad de proteger la soberanía y seguridad nacional.
Por su parte, la Séptima Flota de Estados Unidos subrayó en un comunicado del viernes que el “tránsito rutinario” del destructor de misiles guiados USS Barry, de clase Arleigh Burke, por el estrecho de Taiwán transcurrió “a través de aguas internacionales de conformidad con el derecho internacional”.
La isla de Taiwán se autogobierna con una administración propia desde 1949, cuando el general Chiang Kai-shek (1887-1975) se refugió allí tras ser derrotado en la guerra civil con los comunistas de Mao Zedong.
Pekín considera a Taiwán como una provincia propia, mientras que para el Gobierno estadounidense es un “vecino” democrático de China. La mayoría de los países, incluida Rusia, reconocen a Taiwán como parte integral de la República Popular China.