Se pone en marcha en Islandia la planta eliminadora de dióxido de carbono más grande del mundo

Una nueva herramienta contra el cambio climático se puso en funcionamiento este miércoles en el sudeste de Islandia. Se trata de la planta Orca, preparada para capturar dióxido de carbono del ambiente para luego inyectarlo a una gran profundidad, donde se convierte en roca.

Creada por la compañía islandesa Carbfix y la suiza Climeworks, su nombre deriva de la voz local ‘orka’, que significa ‘energía’. Según se indicó, cuando esté funcionando a pleno rendimiento podrá eliminar 4.000 toneladas de dióxido de carbono por año.

La planta, que costó unos 10-15 millones de dólares, cuenta con cuatro unidades, cada una de las cuales tiene dos cajas de metal, que en su forma son similares a contenedores.

Además, aseguró que “la demanda de eliminación de carbono en Orca es tan alta” que decidieron “ampliar esta planta y construir una aproximadamente 10 veces más grande en unos 3 años”.

Para succionar el dióxido de carbono del ambiente, Orca utiliza ventiladores para llevar aire a un colector equipado con un material filtrante. Cuando el colector se llena, se cierra y comienza a aumentar la temperatura para liberar el dióxido de carbono del material, tras lo cual se puede recolectar el gas altamente concentrado.

Luego, lo mezcla con agua antes de llevarlo a cavernas subterráneas de basalto, a unos 1.000 metros de profundidad, donde con el tiempo se enfría y se convierte en piedra.