El número de los civiles que murieron el domingo tras el ataque aéreo de Estados Unidos contra un coche bomba de la facción del Estado Islámico en Kabul ha aumentado a 12, incluyendo a seis niños, reporta un corresponsal de Al Jazeera.
Un familiar de algunos de los fallecidos detalló a un periodista local que colabora con CNN que nueve víctimas —junto con los seis menores de edad— eran miembros de una familia, y que su integrante más pequeña perdió la vida a los dos años.
Los militares estadounidenses insisten en que el ataque contra el vehículo permitió prevenir una amenaza “inminente” para el aeropuerto, pero reconocen que podría haber conllevado una “posible pérdida de vidas inocentes”. El portavoz del Mando Central, Bill Urban, señaló que la destrucción del coche bomba provocó “potentes explosiones” debido a la presencia de “una gran cantidad de explosivos” dentro.
La semana pasada, el Estado Islámico del Gran Jorasán, la rama local del EI, reivindicó la autoría de dos explosiones en las inmediaciones del aeropuerto de Kabul. Al menos 169 personas murieron y decenas resultaron heridas en el ataque, llevado a cabo por dos terroristas suicidas. Entre las víctimas hubo 13 efectivos estadounidenses fallecidos.