En una entrevista en Doha con la cadena británica Sky News, el portavoz de los insurgentes Suhail Shaheen ha manifestado que prolongar la estancia de los soldados extranjeros más allá del 31 de agosto es una “línea roja” para ellos. “Si [Estados Unidos] lo extiende, eso significa que están extendiendo la ocupación, cuando no hay necesidad para ello”, ha señalado Shaheen. El portavoz talibán ha advertido de que esa prolongación crearía “desconfianza”. “Si tienen la intención de continuar la ocupación”, ha dicho Shaheen, “eso provocará una reacción”.
Dos fuentes dentro del grupo islamista no identificadas también mostraron su rechazo a la extensión de la presencia de tropas en conversación con la agencia Reuters. Esos interlocutores admiten no obstante que ningún Gobierno occidental o funcionario les ha planteado la propuesta. El primer ministro británico, Boris Johnson, ha instado a Biden a ampliar el plazo para las evacuaciones, algo que el presidente estadounidense parece estar considerando.
Mientras tanto, un vigilante afgano ha resultado muerto y otros tres heridos esta mañana durante un tiroteo cerca del acceso norte al aeropuerto de Kabul. La cadena de televisión CNN ha dicho que el enfrentamiento empezó cuando un francotirador ha disparado contra los guardas afganos que vigilan el perímetro cerca del acceso norte. Enseguida, han sido respaldados por fuerzas alemanas y estadounidenses, según el Ministerio de Defensa germano.
Alrededor de 600 exsoldados afganos están apoyando el dispositivo militar de Estados Unidos en esas instalaciones, de las que se apropió tras la entrada de la milicia en Kabul el pasado domingo, 15 de agosto. Los tres guardas han sido atendidos en un hospital de campaña dentro del recinto. Poco después, fuentes de la OTAN han asegurado que se había restablecido la calma.
La incertidumbre se extiende al terreno político. Una semana después de que los talibanes anunciaran su voluntad de formar “un Gobierno incluyente”, aún no hay avances conocidos del proceso. Sus portavoces han anunciado una ronda de reuniones con una veintena de gobernadores provinciales.