Los científicos querían entender cómo salta una ardilla. Y les sorprendió haciendo ‘parkour

Una serie de experimentos demuestra que la capacidad de estos animales para ‘volar’ entre las ramas a gran velocidad depende no solo de su físico, sino también de su inteligencia.

Este equipo de investigadores planteaba retos a los roedores para probar su capacidad para los brincos, intentando que fallaran. No solo no se cayeron, sino que innovaron con piruetas de parkour, descifrando las pruebas por caminos tan sorprendentes que han merecido que sus logros se publiquen en la revista Science. Junto a su magnífica fuerza y agilidad, es su inteligencia la que les permite examinar, aprender y decidir con éxito.

Para simular las dificultades naturales de los árboles, el equipo científico liderado por Lucia Jacobs, de la Universidad de California en Berkeley, colocó a las ardillas sobre unas ramas flexibles que a simple vista no permitían identificar su resistencia. Algunas más firmes, otras más blandas, la ardilla debía encontrar el punto idóneo para saltar desde la falsa ramita hasta el premio de su objetivo.

Los científicos movían el objetivo en el que debía aterrizar el animal, para observar cómo modulaba su respuesta ante el reto cambiante. Y entonces, llegó la sorpresa.

“Fue una sorpresa total: nuestras ardillas del campus boscoso de Berkeley no habían tenido experiencia previa con una superficie vertical”