El agua de la Luna esconde un secreto que la ciencia está por revelar: cómo sobrevive a temperaturas de más de 100°C y heladas de -210°C

Hasta ahora los científicos sabían que se podía encontrar agua no solo en los polos sombreados de la Luna que nunca recibían la luz del Sol, sino también en el resto de la superficie iluminada, de acuerdo a estudios del año 2020, pero se desconocía cómo se creaba y persistía a los cambios extremos de temperatura.

Un nuevo estudio muestra que el hielo de agua está presente en una gran parte de la superficie lunar a lo largo del día. Esto contrasta con los resultados de modelos informáticos donde se sugería que el hielo de agua que se formaba durante la noche lunar, desaparecía conforme la luz del Sol impactaba en el satélite.

Esto llevó a que los científicos Davidsson y Sona Hosseini, científica investigadora e instrumental del JPL de la NASA sugirieran que las sombras «rugosas» de la superficie lunar, pueden actuar como refugio para el hielo de agua, lo que permitiría se formara escarcha lejos de los polos lunares. Además, en su estudio explican que la exósfera de la Luna (los gases que funcionan como una delgada atmósfera) pueden ser parte clave de este descubrimiento, pues funcionan como vehículo para llevar estas partículas de nuevo a la superficie.

A partir de esta información, la teoría decía que era posible detectar agua en la superficie lunar porque esta quedaba atrapada dentro de rocas o meteoritos, y que aún cuando el terreno era calentado por el Sol, esta podía permanecer allí, lo que justificaría los resultados de SOFIA.

Para probar esta teoría, Hosseini está liderando un proyecto que permita desarrollar sensores ultra miniatura para medir las señales débiles de hielo. Sin embargo, este proyecto tiene un contratiempo, pues varias naciones buscan incentivar la exploración en el entorno lunar en un futuro cercano, lo que amenazaría la oportunidad de comprender el entorno del agua en la superficie.