La trata sexual aquí y ahora

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Más de 21 mil mujeres y niñas han desaparecido en México. El epicentro mundial de la explotación sexual es el estado mexicano de Tlaxcala, donde la trata de mujeres es un “oficio” que se hereda y próximamente gobernará Lorena Cuéllar Cisneros, la segunda mujer en la historia tlaxcalteca en asumir el poder y ella, la número tres de su familia en alcanzar el cargo.
Emanada del partido Morena, el instituto político de México vinculado a la secta sexual NXIVM, del estadounidense Keith Raniere; Lorena Cuéllar rendirá protesta como gobernadora el próximo 1 de septiembre de 2021. Para quienes aún no la ubican, es la mandataria que tiene sujetado del brazo derecho ejecutor al presidente de la República Mexicana Andrés Manuel López Obrador, en aquella fotografía que el jefe del ejecutivo se tomó luego de una reunión con gobernadores electos y en funciones de su partido político el pasado miércoles 14 de julio.
Con unos 5 mil casos de niñas y mujeres desaparecidas desde que inició el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, México llegó a estadísticas históricas nunca antes registradas en la comisión de este delito. La Organización de las Naciones Unidas (ONU), celebra cada 30 de julioel Día Internacional Contra la Trata de Personas que va  más allá de la explotación sexual, es un negocio que rinde excesivos dividendos mundiales, incluso más que el propio narcotráfico.
Aunque mayormente se da en la clandestinidad, también se puede encontrar publicidad relacionada a la nueva esclavitud en las  redes sociales, paredes y postes de cada ciudad de México. Según información de la Secretaría de Gobernación (SEGOB), con un acumulado por arriba de los 5 mil casos, el grupo de mujeres de entre los 15 y 19 años son las más atacadas, sin que dejen de violentar  alrededor de 3 mil niñas de entre 10 y 14 años de edad reportadas como desapareidas y no localizadas; casos dolorosos que marcan a nuestro país con estándares mínimos en la protección a las mujeres o trata de personas, desafortunadamente estas historias en la impunidad inclinan a México al grupo de naciones que no están cumpliendo ni haciendo los esfuerzos para alcanzar un mayor blindaje y erradicar el tráfico humano en el mundo.
Usted lo sabe, ha leído y se da cuenta. La trata sexual ya no sólo engancha en aeropuertos, ahora está con mayor facilidad y al alcance de todo aquel que tiene un teléfono inteligente; las casas de servicio tienen cuentas de redes sociales donde ofertan el servicio desde 250 pesos con “final feliz”.
La diferencia entre quienes viven en Tlaxcala y Tamaulipas, es que a los primeros no se les dice proxenetas por el simple hecho de haber nacido allí, mientras que los tamaulipecos, que no dejan de ser mexicanos por más cercanos que estén a los Estados Unidos, de manera injusta, sí, se les relaciona, incluso vincula con los narcotraficantes por la simple “justificación” de nacer en el cruce fronterizo más cercano entre Colombia y el primer consumidor mundial de estupefacientes.
En los tiempos modernos, en México, seguro como en Tlaxcala, Nuevo León e incluso en Tamaulipas y otros estados mexicanos, las casas “del foquito” se anuncian en el internet, hasta ahí llegan los clientes con ansias de saciar sus instintos carnales, según, bajo el consentimiento de ellas, aunque en realidad la mayoría de estas personas llamadas sexoservidoras inician bajo engaños, casi todas son esclavas sexuales, extraídas en muchos de los casos de sus países de origen, pero de eso nadie se acuerda y menos si opta por pagar por un “final feliz”.
Valdría la pena que los investigadores en México y las autoridades echen ojo a los Twitter, Facebook, Instagram o TikTok por mencionar alguna aplicación, esforzarse un poco y con suerte desactivar alguna red de tráfico y explotación sexual de mujeres.
En la intimidad… ¡ojo! Al Departamento de Estado de los Estados Unidos les preocupa más la trata sexual y el socialismo que el tener vecinos narcos.
@dect1608