Los científicos han descubierto una nueva especie de cocodrilo prehistórico gigante que deambulaba por las vías fluviales del sureste de Queensland hace millones de años, un hallazgo que arroja más luz sobre el linaje evolutivo de estos grandes reptiles.
Según los investigadores, incluido Jorgo Ristevski de la Universidad de Queensland enAustralia, la nueva especie, llamada Gunggamarandu maunala, es «uno de los cocodrilos más grandes que jamás haya habitado» el continente.
El nombre del género Gunggamarandu significa «“river boss» (”jefe del río”) y el nombre de la especie maunala significa «cabeza de agujero», refiriéndose a las grandes aberturas en forma de agujeros ubicadas en la parte superior del cráneo del animal que sirvieron como lugar para la unión de los músculos.
«El nombre de la nueva especie honra a los pueblos de las Primeras Naciones del área de Darling Downs, incorporando palabras de los idiomas de las naciones Barunggam y Waka Waka», dijo el coautor del estudio Steve Salisbury en un comunicado.
En el estudio, publicado en la revista Scientific Reports, los científicos analizaron un cráneo parcial desenterrado en Darling Downs alrededor de 1875 que se mantuvo a salvo en la colección del Museo de Queensland durante más de cien años.
Si bien el tamaño total exacto del reptil no pudo determinarse basándose en el análisis del cráneo, los científicos creen que, proporcional al tamaño del cráneo, Gunggamarandu podría haber tenido unos 7 metros de largo.
«Estimamos que el cráneo habría tenido al menos 80 centímetros de largo, y según las comparaciones con cocodrilos vivos, esto indica una longitud corporal total de alrededor de siete metros», dijo Ristevski en un comunicado.
Con base en el análisis, los científicos dicen que Gunggamarandu maunala podría estar a la par con los cocodrilos más grandes del Indo-Pacífico registrados: los Crocodylus porosus.
El estudio no pudo estimar la edad exacta del fósil, pero los científicos creen que los huesos probablemente tenían entre dos y cinco millones de años.
Mediante tomografías computarizadas de rayos X, los investigadores pudieron reconstruir digitalmente la cavidad cerebral del reptil y desentrañar detalles adicionales sobre su anatomía.
Dicen que el nuevo cocodrilo pertenecía a un grupo de reptiles llamados tomistomines o “falsos gaviales”, de los cuales solo queda una especie en la actualidad, restringida a la península de Malaca y partes de Indonesia.
«Los resultados apuntan a un linaje fantasma potencial entre los tomistominos europeos y australianos que se remonta a más de 50 millones de años», escribieron los científicos en el estudio.
“Con la excepción de la Antártida, Australia fue el único otro continente sin evidencia fósil de tomistominos. Pero con el descubrimiento de Gunggamarandu podemos agregar a Australia a la lista de ‘una vez habitada por tomistominos’”, agregó Ristevski.