Desde que se concretó el Brexit al salir de la Unión Europea (UE), Reino Unido dejó de formar parte de las instituciones de Europa y obtuvo una mayor independencia.
El periodo de transición coincidió con el inicio de la pandemia de coronavirus en el mundo. Sin embargo, los resultados no han sido los esperados por quienes impulsaron la separación en 2016.
El primer ministro británico, Boris Johnson, aprovechó la autonomía del país para ser los primeros en aprobar la vacuna Pfizer/BioNTech.
A diferencia de los países que forman parte de la UE quienes han tenido que esperar los resultados de la Agencia Europea del Medicamento (EMA).
Uno de los beneficios es que Reino Unido tiene una tasa de 55 dosis por cada 100 habitantes mientras que los estados miembros de la UE son de 19 por cada 100.
Sin embargo, tres de cada diez británicos considera que la salida de la UE ha afectado su vida cotidiana y uno de cada diez cree que mejoró, de acuerdo con una encuesta de la consultora Ipsos.
Aunque las exportaciones de Reino Unido no pagan tarifas para entrar a la UE tuvieron que pasar por una serie de controles y trámites burocráticos que antes no existían.
También afectó a los consumidores quienes tuvieron que pagar costos extras por llevar artículos de países europeos, incluso aumentó la espera al recibir sus compras.
“El efecto directo más evidente es que será algo más difícil trasladarse a la UE por turismo, negocios o viajes más largos. Pero como casi nadie puede viajar en este momento, es algo que todavía no se siente”, dijo Jonathan Portes, profesor en el King´s College de Londres, según información de Infobae.
Los más afectados fueron los productores de alimentos quienes han sufrido por los altos costos y por la espera en el papeleo al momento de transportar productos ante los cambios originados por el Brexit.