El Parque Fundidora de Monterrey es un famoso complejo recreativo que es uno de los mayores atractivos de la ciudad, incluso es reconocido internacionalmente, desde que se realizó el Fórum Internacional de las Culturas en el año 2007. Esta es una de las razones por las que el Parque Fundidora de Durango ha pasado desapercibido.
Fuera de los duranguenses, pocos saben de la existencia de este lugar. Establecido a mediados del siglo XIX, el Parque Fundidora de Durango nació para explotar los ricos yacimientos del norte. En este caso, se trata del hierro del Cerro del Mercado. La construcción se encontraba ligada con el río Tunal, el cual era usado para la obtención de carbón vegetal en los cerros cercanos.
El parque a su vez, formaba parte de una hacienda a la que se le llamó Ferrería, pues hacía referencia a lugares donde se utilizaba fierro. Tiempo después la Fundidora de Durango dejó de ser rentable. En 1886 fue nombra Ferrería de las Flores, como actualmente se le conoce también.
Y en 1986, el gobierno rescató el espacio y lo convirtieron en un destino turístico. Hoy en día en esa área existen unas ruinas que bien podrían pasar por un castillo europeo. La naturaleza y la historia que envuelve el lugar, recrean un ambiente de intensa paz.
Este lugar, también funge como salón para eventos sociales. Además se abrió ahí mismo un pequeño museo donde se muestran vestigios históricos del Parque Fundidora. Por otra lado, también se albergan ahí las áreas de producción y edición digital competentes del Instituto de Cultura del Estado de Durango.
Sin duda, el Parque Fundidora de Durango es un escape perfecto para disfrutar de la naturaleza y la tranquilidad que trae consigo. Ya que a diferencia del de Monterrey, que es visitado por cientos de personas al día, en el de Durango hay más calma.