Para muchos la Semana Santa no sólo es una conmemoración religiosa sino también vacaciones y diversión, por el intenso calor muchos acuden a balnearios y otros tomaron como tradición echarse agua por diversión.
El Sábado Santo es el nombre que algunas denominaciones cristianas dan al sábado de la semana del primer plenilunio de primavera. Es el segundo día y medio del Triduo Pascual, que concluye el Domingo de Resurrección culminando así para los cristianos la Semana Santa.
Tras conmemorar el día anterior la muerte de Cristo en la Cruz, se espera el momento de la Resurrección. No se conceda celebrar el Matrimonio, ni administrar otros sacramentos, a excepción de la Penitencia y la Unción de los Enfermos. En algunos lugares durante la noche de vigilia pascual, se realiza de forma simbólica la bendición del fuego y el agua.
Las personas se arrojaban agua porque en la edad media la iglesia católica ordenaba que se guardara luto absoluto durante la Semana Santa, no se podían ni bañar, periodo que terminaba precisamente el sábado. Al llegar este día, las personas solían aventarse cubetadas de agua para purificar su alma y lavar sus pecados.