Nancy y Gustavo, ambos policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) llegaron en motocicleta. Las cámaras de seguridad de la unidad habitacional donde vivían, en la colonia Anáhuac, alcaldía Miguel Hidalgo, registraron que eran cerca de las 22:00 horas. Ella esperó a que él terminara de estacionarse para entrar al departamento.
Sin embargo, casi tres horas después, ella cayó por la ventana desde un cuarto piso hasta el estacionamiento y murió nueve días después. Era 3 de marzo cuando los hechos ocurrieron dentro de un conjunto habitacional, ubicado entre las calles Lago Bolsena y Laguna de Términos. Aquella noche, vecinos escucharon algunos gritos, como si Nancy y Gustavo, quienes eran pareja, hubieran discutido previamente.
“Tenemos la presunción de que su pareja fue quien la arrojó porque una vecina se percató. Ella empieza a escuchar una discusión entre Gustavo y mi sobrina en la recámara del fondo y después se trasladan a la recámara de donde ella cae (…), escuchó un golpe en seco, se asomó y vio a mi sobrina en el estacionamiento”.
os vecinos en ese momento llamaron al número de emergencias 911 para pedir ayuda. Al lugar, llegaron dos ambulancias, una de la Cruz Roja y otra de Protección Civil, siendo ésta la que trasladó a Nancy al Hospital General Tacuba del ISSSTE donde fue internada. Los médicos diagnosticaron que había sufrido un traumatismo fuerte y su estado de salud era grave, con lesiones de tercer grado que ponían en peligro su vida, estaba intubada y sus pulmones se reventaron con la caída, por lo que murió el 12 de marzo.
Su familia regresó al domicilio donde vivía Nancy y Gustavo a recoger documentación para iniciar los trámites de la entrega del cuerpo y se percataron que, en ningún momento, el lugar donde ocurrieron los hechos había sido acordonado e incluso, acusan, jamás se inició el peritaje correspondiente desde el 3 de marzo, sino hasta el día en que la mujer de 35 años había muerto.
Para los familiares de la oficial, el caso ha estado lleno de dudas. La desaparición repentina de Gustavo Antonio, de 27 años, les ha hecho pensar que él está detrás de los hechos en los que perdió la vida Nancy Jacqueline Peralta Romero, su pareja con quien vivía desde noviembre del 2020. De Gustavo Antonio, comenta la tía de Nancy, se desconoce su paradero y no se ha presentado a su base de la SSC. No obstante, recuerda que una supuesta prima de él la contactó el 14 de marzo y le dijo que Gustavo estaba en casa de su mamá desde el 3 de marzo, pero hasta ese momento, las autoridades nunca lo llamaron a declarar.
“Las autoridades en ningún momento se acercaron, no lo buscaron y él se fue tranquilamente. Las autoridades no se han acercado conmigo como tía, ni con el papá de mi sobrina ni con el hijo de ella, nadie de la Secretaría de Seguridad Ciudadana nadie se ha acercado fuera de sus compañeras y compañeros de trabajo, ninguna autoridad se ha acercado con nosotros”.
A casi una semana de la muerte de la oficial, su familia pide que se investigue también a Gustavo Antonio pues “cómo era posible que no haya actuado como se debe, si no debía nada no tenía por qué huir”.
Nancy estaba encargada de un cuadrante en Lomas Virreyes, en Chapultepec y tenía 18 años en la corporación. Para su familia, era “policía por vocación, (…) entró a la academia porque quería aportar a la corporación una mejora”. Además daba clases en la Universidad de Ciencias Penales y Sociales en Tlalnepantla, Estado de México, donde impartía las asignaturas de toxicología, crímenes de odio, perfiles psicológicos y balística.
Tras estos hechos la Fiscalía General de Justicia capitalina (FGJ-CdMx) informó que integra una carpeta de investigación por el fallecimiento de Nancy, por lo que se activaron los protocolos por feminicidio. Asimismo el Ministerio Público de la Coordinación Territorial en Miguel Hidalgo inició la indagatoria por homicidio; sin embargo, con el desarrollo de las investigaciones, la indagatoria la atrajo la Fiscalía de Investigación del Delito de Feminicidio.