Va por los paisanos

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La masacre de San Fernando, en Tamaulipas, durante el sexenio del gobernador priísta Eugenio Javier Hernández Flores, actualmente a disposición del Gobierno obradorista y a la espera de que lo deporten a Estados Unidos o lo refugien para operar a favor de la cuatroté durante las Elecciones de 2021; exigió atender uno de los fenómenos “naturales”, pero históricamente ignorados por los gobernantes mexicanos. La migración.
La masacre de San Fernando, marcó para siempre al Estado mexicano, fue durante el sexenio del controvertido Felipe de Jesús Calderón Hinojosa. Tamaulipas, como el resto del país comenzaba a desangrarse.
El fenómeno de la infinita migración también experimentó el momento más xenófobo de Estados Unidos, deportaciones masivas ordenó el presidente Demócrata, Barack Obama, Joe Biden como vicepresidente fue fundamental en estas acciones que recurrentemente trastocan los derechos humanos.
El mundo atravesaba un momento complicado -no tanto como ahora- pero la sumisión de México ante los Estados Unidos era tan marcada como en el presente; sin embargo, existió quien no solamente observó todos esos abusos, masacres y represiones, sino que se dedicó a tomar acción hasta lograr la creación del Instituto Tamaulipeco para los Migrantes (ITM).
El conocido líder migrante de los Estados Unidos, José “Pepe” Carmona, se convirtió en fundador y Director General del ITM, en el 2011 con capacidad de sostener diálogo y labor de convencimiento con los gobernantes priístas de aquel entonces; su trabajo permitió al actual mandatario estatal Francisco Javier García Cabeza de Vaca, invitarlo para que siguiera al frente del instituto para afrontar el fenómeno migratorio pero ahora con el Partido Acción Nacional.
Sus logros alcanzaron el reconocimiento de organizaciones internacionales y en el 2018, fue electo titular de la Coordinación Nacional  de Oficinas de Atención a Migrantes (CONOFAM), cargo que lo llevó a tomar participación en la Unidad de Protección al Migrante, oficina dependiente de la Secretaría de Gobernación, durante dos meses del mandato de Enrique Peña Nieto, el presidente que puso a México en Movimiento.
A Pepe Carmona, el cambio de régimen le permitió transitar en el mismo cargo durante los primeros 10 meses de la Cuarta Transformación y desde siempre se le ha visto muy activo atendiendo la crisis más grande del fenómeno migratorio en México; le correspondió vigilar las deportaciones por la frontera norte y por Tamaulipas; atendió la crisis de los cubanos en Laredo y Reynosa, después las mujeres y niños migrantes, las caravanas y niños no acompañados. Todo eso para Pepe Carmona, han sido años de experiencia.
Finalmente en febrero de 2020, el gobernador Cabeza de Vaca, aceptó su salida y se dedicó a trabajar como titular de una organización que aglutina un pequeño grupo de Diputados y Líderes Migrantes haciendo obra social para nuestros paisanos.
Lo que muy pocos saben de José “Pepe” Carmona, es que en 2006 fue candidato a Diputado Federal por el Distrito 12 de Nuevo León, donde alegó el robo de más de 25 mil  votos de su campaña, en ese entonces Eugenio Javier Hernández Flores, tenía peso de sobra en Tamaulipas, aún así fue el candidato de la coalición “Por el bien de todos”, que votos alcanzó con 22 mil 170 sufragios a su favor.
Por su dedicación, entrega, humanismo y rectitud, se ganó la amistad directa del ahora presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y representa lo más digno del Movimiento de Regeneración Nacional en el noreste de México, por lo que la comunidad de mexicanos en el extranjero espera se le haga justicia y tengan por primera vez un auténtico diputado Federal Migrante con experiencia en ambos lados del País.
Pepe Carmona, se registró recientemente como aspirante a candidato plurinominal por la circunscripción número 2, va por Morena y no le caería nada mal a la nación un siervo de tan grande corazón.
Por cierto, el Senado de la República, entregó reconocimiento especial a Pepe Carmona.
@dect1608