Cuando la tormenta tropical Eta fue bautizada así, el 1 de noviembre pasado, inmediatamente hizo de 2020 el año con más tormentas tropicales con nombre propio de la historia, junto con 2005.
Pero ese no es el único récord roto o igualado por el fenómeno atmosférico que un día después se convertiría en el 12º huracán de la temporada y una semana después sigue causando estragos.
Después de dejar decenas de muertos en Centroamérica y el sur de México, donde golpeó primero, la trayectoria zigzagueante de Eta la hizo volver a tocar tierra en el sur de Florida el domingo por la noche -el primer ciclón en impactar territorio de EE.UU. en noviembre desde el huracán Mitch de 1988.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) ya advirtió que durante las primeras horas del lunes la tormenta tropical traerá «vientos fuertes, lluvias intensas y marejadas ciclónicas peligrosas» a partes del sur de Florida y los Cayos.
Pero también pronostica que Eta -actualmente con vientos máximos sostenidos de 100 km/h- se fortalecerá hasta volver a convertirse en huracán durante su paso por el Golfo de México, antes de muy probablemente volver a golpear a Florida a finales de la semana.
«Van a estar lidiando con esto toda la semana», había advertido ya el director del NHC, Ken Graham, el domingo por la mañana.
Pero esto tal vez no deba ser causa de sorpresa en este 2020, durante el que se utilizó por primera vez el término «zombie» para identificar a una tormenta tropical que regresó «de entre los muertos».
«Tormenta zombie»
El apelativo de «tormenta zombie» fue utilizado por primera vez para describir alhuracán Paulette, en septiembre pasado.
Paulette tocó tierra en Bermudas el 14 de ese mes como un huracán categoría 1 y alcanzó fuerza de categoría 2 antes de debilitarse hasta convertirse en un sistema de baja presión postropical, típicamente el fin de los ciclones tropicales.
Inesperadamente, Paulette volvió a fortalecerse hasta recuperar la categoría de tormenta tropical una semana más tarde, cuando se encontraba en medio del Atlántico.
Y aunque técnicamente Eta no merece la clasificación de «zombie», pues aunque perdió fuerza durante su paso por Centroamérica solo llegó a ser reclasificada como depresión tropical, su resiliencia, fuerza y peculiar trayectoria son destacables.
Cuando la tormenta tocó tierra en la costa Caribe de Nicaragua como un huracán de categoría 4 y vientos de hasta 240 km/h se convirtió en el segundo más poderoso jamás registrado en el mes de noviembre.
Y aunque dos días después ya había sido reclasificada como depresión tropical, sus intensas lluvias provocaron deslaves e inundaciones y dejaron decenas de muertos a lo largo del territorio centroamericano y sur de México.
Des estos muertos, unos 150 se produjeron en Guatemala, donde las lluvias de Eta se hicieron sentir especialmente durante su paso por tierras centroamericanas.
Pero Eta luego regresó al Caribe, y cuando golpeó Cuba, el pasado fin de semana, lo hizo con renovada fuerza y como tormenta tropical.
Y su historia, como ya advirtió el Centro Nacional de Huracanes, está lejos de haber terminado.