El conocido youtuber ruso Mijail Litvin ha revolucionado las redes sociales montando un show para quemar su Mercedes GT63S. Se trata de un coche valorado en más de 150.000 euros que ha acabado devorado por las llamas, según parece, por el descontento del joven con el servicio técnico de su concesionario.
Así se puede apreciar en un vídeo de poco más de siete minutos que ha compartido el propio Litvin en su canal de Youtube y que, de momento, han visto ya casi doce millones de usuarios.
En las imágenes aparece el influencer de 21 años conduciendo su Mercedes hasta un descampado, sacando nueve bidones de gasolina del maletero y vertiendo el contenido sobre el mismo antes de prenderle fuego.
Litvin no descuida ningún detalle en la grabación e, incluso, le da un toque cómico utilizando el mismo mechero con el que prende fuego al coche para encender una barbacoa.
El detonante de esta acción fueron sus desavenencias con el servicio técnico de la casa Mercedes ya que los especialistas del centro oficial le habían instalado varias piezas no originales, según reveló una inspección mecánica independiente.
Estas piezas no consiguieron solucionar los problemas que empezó a registrar un año después de su adquisición y le seguía dando el mismo fallo.
“Pensé durante mucho tiempo qué hacer con mi tiburón después del conflicto con Mercedes. ¡En mi opinión, la idea es fuego! Eso es todo. Al fin y al cabo, no soy feliz”, escribe el youtuber en un mensaje que acompaña el vídeo.
Mijail Litvin es un influencer ruso de 21 años que se unió a la plataforma de Youtube hace apenas cuatro años y en este tiempo ha acumulado cerca de 5 millones de usuarios. Desde entonces ha compartido un centenar de vídeos que superan entre todos los 100 millones de visualizaciones.
Litvin empezó con grabaciones amateurs en las que aparece con varios amigos sobre el carrito de un supermercado paseándose por un centro comercial o lanzando objetos desde la azotea del edificio en el que vive.
Estos últimos le dieron cierta popularidad alcanzando los 3 millones de visualizaciones. En las imágenes se puede apreciar el impacto contra el suelo de un bidón repleto de tomate o de un Hoverboard tras ser lanzados desde lo alto de una finca de unos cuarenta metro de altura.
Pero sus vídeos han evolucionado en paralelo a su fama y los últimos están grabados y editados con medios técnicos muy avanzados que los convierten en pequeñas superproducciones.