Te habla la Virgen

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En realidad no me queda claro que quién se oponga a la desaparición de los más de 100 fideicomisos para evitar la centralización de los 68 mil millones de pesos, sea una persona que defienda la corrupción.

Ya van dos años del gobierno federal en los colores marrón y guinda de la Cuarta Transformación y nunca vi, me enteré o leí una denuncia formal contra alguien que hiciera mal uso de estos.

No se azoten, no digo que no existen actos de corrupción si como dijo Enrique Peña Nieto:

“La corrupción es un asunto de orden a veces cultural, que es un flagelo de nuestras sociedades especialmente latinoamericanas y que si realmente queremos lograr un cambio de mentalidad, de conductas, de práctica, de asimilar nuevos valores éticos y morales debe ser un cambio estructural desde la sociedad”.

En realidad, no creo que estén defendiendo la corrupción; pero si les creo que tuvieran muy poco “control”, y por eso lo mejor para la nación y su democracia era haber creado un marco jurídico estricto y sin recovecos, inclusive, si la Auditoría Superior de la Federación (ASF), expresó que no había transparencia y se transferían fondos del presupuesto público a bolsillos engañosos, primero que nada se debió ejecutar una acción legal contra los tramposos y eso debió haber sido la mejor de las evaluaciones que el gobierno federal pudo ofrecer a los mexicanos.

¡pamplinas! Esa retórica en la que se han parado para promover y ejercer la desaparición de los 109 fideicomisos no es más que una muestra más de la ambición, prepotencia y las malas costumbres de prometer el bienestar durante la campaña para llegar al poder y accionar como dictadores.

Lo que está sucediendo es lo mismo que las etiquetas que dicen “queso tipo”… así, la campaña presidencial fue la emboltura; el ejercicio del poder la leyenda “Gobierno tipo”, y las acciones una verdad que aleja de la democracia, como lejos estamos los consumidores de degustar productos auténticos.

Desde el Congreso de Tamaulipas, la diputada Rosa María González Azcarraga, ahijada del alcalde tampiqueño Chucho Nader; propuso un exhorto al Senado de la República para no desaparecer los 109 fideicomisos, en especial, el Fideicomiso FODEPAR (Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento).

La boxeadora y mamá luchona Rosa González, en su justificación a que el Congreso de la Unión, conserve el FODEPAR, argumentó que durante la historia reciente del deporte olímpico nacional se han tenido resultados muy positivos, que hace mucho tiempo no se conseguían: como ganar el liderato del medallero en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 2018, y el tercer sitio en el medallero de los Juegos Panamericanos de Lima 2019; en estos logros ha sido una pieza angular el FODEPAR, ya que el mismo permite que las y los atletas de alto rendimiento, se concentren en sus entrenamientos para conseguir buenos resultados, lo que les ha permitido estar enfocados en su preparación al igual que en su equipo multidisciplinario.

En términos futbolísticos el pronunciamiento de González Azcarraga, legisladora panista por Tampico en la Sexagésima Cuarta Legislatura, fue como una barrida por detrás para los diputados afines al obradorismo, eso sí, la tampiqueña fue directo al balón y esto provocó el comportamiento iracundo de los morenistas.

Sin embargo, la también pugilista, continuó su intervención y recriminó la postura absurda de sus adversarios políticos que argumentaron innecesaria la existencia del FODEPAR pues Rosa María, les dijo que el deporte también sirve para fortalecer el sistema inmunológico, que tanto bien hace al ser humano que todo aquel que tenga la dicha de practicar alguna disciplina bien podría darse el gustito de comerse un gansito o unas quesadillas con queso “tipo” manchego.

Diría mi abuela que en paz descansa y Dios la tenga en su Santa Gloria: “no hagas que le Virgen te habla, que cuando priísta hasta enseres y despensas llevabas o al deportista ayudabas con los fideicomisos que ahora te clavas”

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