«Mis hijas tienen 55 y 53 años y no son ningunas niñas. Cuando me separé de su madre, Liliana y Lilibeth tenían 18 y 20 años. Cuando una relación se termina no hay que mirar hacia atrás, no conviene hurgar en el pasado. Lo que me gustaría es que dijeran la verdad, pero yo las perdoné porque son mis hijas y las amo tal y como son», declaró el Puma Rodríguez en el programa que conduce Verónica Lozano por Telefe, Cortá por Lozano.
Hace años que el cantante no tiene relación con sus dos hijas mayores, fruto de su primer matrimonio. «Liliana nunca entendió que la prensa se acercó a ella para tener acceso a mí. No lo soportó. Y yo un día dije: ‘hasta aquí llegué’. Probé varias veces la fidelidad y no resultó. No puedo cargar toda la vida con el pasado, ya quedó atrás. No tengo resentimientos con ellas, las amo y las perdoné. (…) A veces uno no es afín, aunque sea familia. Los hijos son de Dios y tú los tienes que educar. Yo estoy tranquilo, no me gusta el escándalo y siempre huí de los chismes», señaló el cantante.
Además el Puma aclaró la polémica frase que dijo hace unos días, cuando le preguntaron si no sentiría remordimiento si la muerte los sorprendiera enemistados. «Todas las religiones creen en la vida después de la muerte. Cuando muera quiero ver a Cristo en el cielo y para mí es normal decir que si no te veo aquí, te veo en el cielo. Es mi fe, es esperanza. No fue para burlarme de ellas ni de nadie», aseguró. «La única opinión que me importa es la que tenga Dios de mí», recalcó luego.
En el cierre de la entrevista, le preguntaron sobre su relación con Susana Giménez. Alguna vez el Puma contó que cuando la conoció, se enamoró «a primera vista». «Pero qué me iba a mirar a mí Susana», bromeó. A lo que Verónica Lozano respondió con picardía: «Yo creo que Susana te daba. Leí que alguna vez contó que pensó que eras un morochito lindo, cuando te conoció».