(Bloomberg) — Incluso el presidente Andrés Manuel López Obrador subestimó la cantidad de dinero que los trabajadores mexicanos en el extranjero enviaron a casa en junio.
La segunda economía más grande de América Latina registró remesas de US$3.540 millones en junio, la mayor entrada desde marzo y una ganancia del 11% en comparación con el año anterior, dijo el banco central en su sitio web el lunes. El resultado superó las estimaciones de todos los analistas en una encuesta de Bloomberg, que tenía US$3.210 millones como pronóstico promedio. En un video el sábado, López Obrador había predicho US$3.400 millones.
Las cifras son un caso raro de buenas noticias económicas para López Obrador, ahora que México probablemente enfrenta su peor contracción de actividad en casi un siglo este año en medio de una desaceleración causada por la propagación del coronavirus. Las remesas se han mantenido positivas porque el empleo en industrias esenciales en Estados Unidos, incluidas la agricultura y la construcción, está dominado por trabajadores mexicanos, asegura Marco Oviedo, economista de Barclays en Nueva York.
“Van a seguir fuertes”, dijo. “Al parecer ya pasó lo peor”.
Es el cuarto mes consecutivo en que las remesas superan las estimaciones, lo que desconcierta a los economistas que inicialmente pensaron que sufrirían debido a la disminución de la actividad en Estados Unidos, la fuente de la mayor parte del dinero que los mexicanos enviaban a sus hogares.
“La fuerte contracción de la actividad y el empleo en Estados Unidos no ha afectado de manera visible el flujo de remesas a México”, escribió el economista de Goldman Sachs Group Inc. Alberto Ramos en una nota “Los sólidos flujos de remesas de los trabajadores han estado agregando apoyo a la cuenta corriente y al consumo privado”.
Ramos agregó que los números más altos de remesas serán un gran impulso para las familias de bajos ingresos que reciben la mayoría del dinero enviado.