LONDRES, 20 jul (Reuters) – La vacuna experimental contra el COVID-19 desarrollada por la farmacéutica británica AstraZeneca resultó segura y produjo una respuesta inmune en la etapa preliminar de ensayos clínicos con voluntarios sanos, según mostraron el lunes los datos del estudio.
La vacuna, denominada AZD1222, está siendo elaborada por AstraZeneca en colaboración con científicos de la Universidad de Oxford, y no presentó ningún efecto colateral grave en los voluntarios, que produjeron respuestas inmunes de anticuerpos y células T, según los resultados del ensayo publicados en la revista médica The Lancet.
AstraZeneca dijo que una fase III de los ensayos de su vacuna potencial se está llevando a cabo actualmente en Reino Unido, Brasil y Sudáfrica, y que empezará pronto en Estados Unidos.
En Latinoamérica y el Caribe
La inequidad social y económica que ha sido endémica en la región por décadas se ha intensificado a causa de la pandemia de COVID-19.
Antonio Guterres, director de las Naciones Unidas, enfatizó el impacto del coronavirus en las mujeres de toda la región, que constituyen la mayoría de la fuerza laboral y ahora son las más afectadas por el cuidado adicional.
Guterres destacó la difícil situación de las personas mayores y las personas con discapacidad, que corren un mayor riesgo; y pueblos indígenas, afrodescendientes, migrantes y refugiados, que sufren desproporcionadamente.
Mientras las muertes por COVID-19 en Europa y en los Estados Unidos están tendiendo a disminuir, ésta no es la realidad en Latinoamérica.
La doctora Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud, advirtió que el coronavirus se está propagando «exponencialmente» en muchas áreas de la región, destaca el portal Hola Doctor.
El número de muertes en Brasil, México y Perú se ha duplicado aproximadamente cada tres semanas.
Un estudio de la Universidad de Washington alertó que la cifra de muertos en Brasil podría ascender a 125,000 a principios de agosto.
Un informe del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas alertó sobre una grave consecuencia socioeconómica de COVID-19: 16 millones de personas en la región están al borde del hambre por la crisis que ha generado la pandemia.
El informe indica que el número de personas que pasan hambre se elevará de 3.4 millones a casi 14 millones en el curso de 2020.
Y esta ola de hambre está afectando especialmente a las áreas megaurbanas, en donde ya el 17% de la población tiene una sola comida al día.
El 69% de los hogares en Latinoamérica y el Caribe se han visto afectados económicamente por la pandemia.