Aunque se esperaba que en cuanto pisara territorio mexicano, Emilio Lozoya fuera ingresado al Reclusorio Norte y posteriormente se realizara su audiencia inicial, la salud del exfuncionario de Enrique Peña Nieto pospuso su proceso judicial por los delitos de lavado de dinero, cohecho y asociación delictuosa, gracias a esta circunstancia el exdirector de Pemex ganará tiempo para beneficiarse de la figura de criterio de oportunidad considera Estefanía Medina, cofundadora de la organización Tojil, especialista en Sistema Penal por la Escuela Libre de Derecho.
A las 00:46 horas del viernes 17 de julio, Emilio Lozoya llegó a la Ciudad de México y las autoridades de la Fiscalía General de la República (FGR) montaron un fuerte dispositivo de seguridad en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez desde donde sacaron a una persona en un convoy de camionetas generando confusión entre los reporteros, confusión que se alimentó con la declaración del presidente de que Lozoya estaba en el Reclusorio Norte.
Al respecto, la FGR informó que, a su llegada, un perito realizó una revisión física y médica al extraditado y el diagnostico fue anemia desarrollada y problemas sensibles en el esófago, así como una debilidad general en toda su salud, razón por la que se propuso ser internado en un hospital.
Gracias a ese diagnóstico, Lozoya evitó pisar el reclusorio y fue enviado a un hospital privado, el Ángeles del Pedregal, donde es resguardado por elementos de la Guardia Nacional.
El beneficio, es tal, asegura la cofundadora de Tojil, que no sólo permanece en un mejor espacio que el que representa un reclusorio, sino que se pausaron las diligencias.
«(Logró que ) se suspendiera su procedimiento, hasta en tanto él comparece a juicio y declara en contra de otras personas”, detalla.
Según información de diarios nacionales como Milenio y Reforma, el exdirector de Pemex habría llegado al hospital alrededor de las 04:00 horas del viernes y habría sido trasladado en un helicóptero.
El ingreso de Lozoya ha generado incertidumbre y molestias sobre qué pasará con el proceso judicial en su contra y sobre la posibilidad de que al ganar tiempo pudiera verse beneficiado en el litigio.
A más de 24 horas de estar en territorio mexicano, no se ha realizado la presentación de Lozoya ante los dos jueces del Reclusorio Norte y se llevará a cabo hasta que los médicos certifiquen que el estado de salud de Lozoya es el óptimo.
La supuesta anemia, los problemas en el esófago y su presunta debilidad ha causado cuestionamientos en México. Incluso la periodista Lydia Cacho refirió que, según sus fuentes en España, Lozoya Austin goza de buena salud.
La atención pública está en que no se permita que el exdirector de Pemex quede sin sanción apegándose a la figura de criterio de oportunidad. Y es que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha referido que Lozoya aceptó ser extraditado a México para enfrentar las acusaciones en su contra y ha mostrado su disposición a colaborar, bajo una figura similar a la de testigo protegido.
Al respecto del criterio de oportunidad, la oficina del senador morenista Ricardo Monreal entregó a los medios de comunicación una tarjeta informativa en la que se puntualizan detalles sobre el mismo.
«La aplicación de este criterio de oportunidad no debe confundirse con ninguna forma de impunidad, al contrario, se traduce en el uso del testimonio de persona con conocimiento en actividades criminales, para la persecución de delitos de mayor impacto, con lo que se busca lograr una eficaz procuración de justicia, llegando al principal autor del delito», se lee en el documento.
Estefanía Medina explicó que ningún acuerdo al que haya llegado la FGR con Lozoya deberá incluir que quede sin sanción por su presunta participación en los casos de operaciones irregulares con recursos provenientes de Odebrecht y de la compra de la planta Agronitrogenados.
Y es que la estancia de Lozoya en el hospital podría ser utilizada por sus abogados para llegar a ese acuerdo, con el cual se consideraría al exdirector de Pemex como un testigo colaborador, quien podría otorgar más pruebas de presuntos implicados, lo cual incluso ya fue mencionado por el mismo presidente de la República.
“Hay un compromiso o un acuerdo para que el señor Lozoya informe de lo que sucedió en una especie de testigo protegido, aunque aquí es otra la figura, no es como en el caso de Estados Unidos… Aquí hay algo parecido, se llama testigo colaborador, testigo colaborador”, aseguró.
Si Lozoya no logra que se le cancelen las órdenes de aprehensión en su contra, al dejar el hospital tendrá que ser ingresado al reclusorio Norte, acudir a su audiencia inicial y esperar a saber si se le vincula o no a proceso.