El sentido común y la conciencia pagan buenos dividendos. Eso lo comprobó Lenin Gutiérrez, un joven barista que trabaja en un Starbucks de San Diego, California.
La pandemia de covid-19 crece candente en Estados Unidos, pero una manera de frenar los contagios es el uso de mascarillas. Eso protege la salud propia y la de los demás y es por ello una práctica necesaria y urgente.
Pero algunas personas, por desinformación, frivolidad o distorsiones político-ideológicas, se empecinan en no usarlas, incluso cuándo las autoridades han establecido mandatos de llevarlas en lugares públicos.
Ese sería el caso de Amber Lynn Gilles, quien el pasado 22 de junio acudió a un Starbucks en San Diego. De acuerdo al relato de Bored Panda, Gilles entró a ese establecimiento sin llevar mascarilla y, por ello, Gutiérrez se negó a darle servicio.
Irritada, Gilles publicó en su página de Facebook un post con una foto de Gutiérrez, denunciando que él se había negado a servirle “porque no llevaba mascarilla. La próxima vez esperaré a los policías y llevaré una excusa médica”.
Es decir, no solo pretendía que se le sirviera sin llevar cubrebocas –el estado de California estableció días antes el uso obligatorio de coberturas faciales en sitios públicos y lugares cerrados, de acuerdo a CNN– sino que se jactó de que la policía acudiría a su llamado y estaría de su parte y podría presentar un comprobante médico que le exentara del uso de las mascarillas.
Nada de ello tendría sentido, y en realidad su alegato en Facebook se le revirtió rápidamente a Gilles, pues gran cantidad de usuarios le reprocharon su conducta y exaltaron la de Gutiérrez. Tanto, que se creó una campaña de recaudación de fondos en GoFundMe en las que se han recolectado “propinas” para Gutiérrez que suman ya más de 47,000 dólares hasta el momento. Y las donaciones siguen llegando.
En respuesta a esa inmensa reacción solidaria, cuando las donaciones llegaron a 10,000 dólares Gutiérrez publicó un video en YouTube, en el que agradeció “a todos por el apoyo…, es un honor que esto suceda” y luego exhorta a todos a “ser amables amarse unos con los otros y siempre recordar usar una mascarilla”.
Y también colocó otro video, en su página de Facebook, en el que también agradece todo el apoyo y afecto que ha recibido y ofrece algunos detalles extras de lo que sucedió en el incidente con Gilles.
Él cuenta que estaba trabajando frente a la caja registradora cuando Gilles llegó al lugar sin usar máscara, y que cuando él le preguntó si tenía una, ella le dijo que no y que no la necesitaba. Luego comenzó a insultarlo y a llamar “borregos” al resto de los presentes, que sí portaban cobertura facial.
Luego, ella salió del local pero volvió al poco, amenazando con llamar a la oficina corporativa de Starbucks, le pidió su nombre y le tomó una foto. Con ello publicó su post, aunque ella al parecer no entendió el nombre de Gutiérrez, pues le llamó ‘lenen’.
Gutiérrez contó que con el dinero que se ha recaudado en su beneficio piensa retomar su sueño de bailar y dar clases de danza a niños y reiteró su agradecimiento a quienes lo han apoyado.
Así, el despropósito de Gilles no solo la puso en ridículo, sino que validó la determinación de Gutiérrez de defender el uso de mascarillas. La reacción de los usuarios en solidaridad con el joven, y las abundantes donaciones en su beneficio, validan su decisión.
Y, en seguimiento a lo que él mismo dijo y recomiendan los médicos, el asunto validó que usar mascarillas es la decisión inteligente en la presente pandemia.
