Javier Aguirre y su repetida actitud tramposa en el campo que ya da pena ajena; esta vez, frente al Barcelona

657

La tensión, presión y zozobra que se vive en una banca durante un partido de fútbol, pueden hacer perder la cabeza hasta el más cabal de los técnicos. Hombres que lucen dóciles en entrevistas previas a un juego, se vuelven auténticos energúmenos durante 90 minutos. Vociferan insultos, improperios, gritos hasta quedarse afónicos, discuten con el cuarto árbitro, gritan al central, demandan todo a los abanderados y muchas veces son expulsados. No hay de otra, las reglas en cuanto al respeto en la cancha, son claras.

No entendemos aún cómo Javier Aguirre se hizo expulsar nuevamente por imitar el sonido de un silbato a escasos segundos de terminar el partido.

El ‘Vasco’ recién fue noticia porque es el único técnico mexicano con una enorme y difícil de superar historia en el fútbol español como estratega. Cinco clubes ibéricos se han hecho de su servicios desde 2002, año en que llegó al Osasuna.

Y subrayamos nuevamente porque no es la primera vez que recurre a esta trampa en un partido profesional de Primera División del fútbol español.

Pero démonos el gusto de imaginar qué pasaba por la cabeza de Aguirre.

(Photo by Jeroen Meuwsen/Soccrates/Getty Images)
(Photo by Jeroen Meuwsen/Soccrates/Getty Images)

Corría el minuto 90+2 del Barcelona contra el Leganés. El partido ya estaba resuelto desde el minuto 69 con un gol anotado vía tiro penal por Messi que fue el 2 a 0. No había nada que agregar desde la banca en los minutos finales del encuentro. A Aguirre quizá le ganó el inconsciente y quería que el árbitro Martínez Munuera silbara el final para irse a casa y digerir esta derrota.

Las otras veces hizo lo mismo, con parecidos resultados.

En 2013 era técnico del Espanyol y quiso confundir a los jugadores del Almería, el rival en turno. Fue la primera vez que imitó el polémico sonido y al técnico contrario se le hizo muy mal chiste, reclamó airadamente y fue expulsado. Aguirre se fue impune de ese cotejo, pero días después recibió sanción por la comisión disciplinaria.

En 2016, cuando dirigía al Al Wahda de Abu Dabi, hizo exactamente lo mismo, pero por tratarse de un partido amistoso contra el Figures, de la Tercera División español, el árbitro le llamó la atención al término del primer tiempo, pero Aguirre se hizo de palabras y ya no regresó a la segunda mitad.

Las faltas técnicas, que en el papel debe ser considerada este falta de respeto en una cancha, no solo se dan entre los jugadores que participan en un encuentro. Aguirre demostró que pueden venir desde la banca misma.

A sus 61 años y con la pesada carga de dirigir a un equipo con problemas de descenso, el “Vasco” no debería perder la concentración, ahora deberá enfrentar cuatro partidos de suspensión. Parece nuevo, pero justo porque no lo es, es más lamentable.