La cantante Paquita la del Barrio vive en plena angustia pues además de permanecer encerrada en su casa de Veracruz por la cuarentena está recibiendo atención médica por la enfermedad pulmonar que la llevó a estar hospitalizada. Sin embargo, este par de preocupaciones no son las más difíciles a las que la intérprete hace frente: una caída le provocó una lesión en las costillas y la situación de Paquita se agrava, pues casi no puede levantarse.
“Caí enferma de los pulmones y vine aquí a Xalapa y me está atendiendo un doctor muy bueno. En su consultorio se me durmió una pierna, quise pararme y que me caigo ahí mismo en el consultorio. Me lastimé las costillas… me duelen las piernas, los tendones”, narró Paquita, quien también descartó una fractura. “Nada más se encimó una en la otra, pero me dolía muchísimo, no me podía ni acostar ni levantarme”.
Y aunque la cantante no descuida sus tratamientos, asegura sentirse muy angustiada y entre lágrimas dijo: “vivo triste por todo lo que está pasando. Hay mucha tristeza de parte mía. ¿Hasta dónde vamos a llegar? Estamos en una jaula de oro como Pedro Infante. Estamos aquí encerrados esperando que nos cambie la situación”.
Y por si fuera poco, Paquita suma a sus males la preocupación de ver a la industria del entretenimiento detenida. “Hay mucha gente atrás de mí, de nosotros los cantantes, hay músicos que son los que nos hacen fuertes a los artistas. Y lo poco que tenía (de dinero) lo estoy rindiendo porque ahorita tengo para comer, pero va a llegar el día en que no y es ahí en donde vamos a empezar a batallar”.
Su salud se ha deteriorado en el último año
Pero Francisca Viveros Barradas, de 72 años, enfrenta problemas de salud desde hace algún tiempo. Inicialmente, en noviembre pasado mientras se encontraba en su casa tuvo que ser trasladada a una unidad de cuidados intensivos. “Sí tuvimos una situación hace un par de días. Tuvo molestias en la noche y comenzó con un dolor de pecho y siempre te imaginas lo peor, un infarto”, comentaba su manager, quien después confirmó una trombosis pulmonar y neumonía.
En mayo de 2015, Paquita le dio batalla a una úlcera gástrica, otra molestia con la que también ha lidiado por varios años. El estrés y los corajes hicieron que la dolencia se agudizara. Y es que si algo caracteriza a la intérprete, además de ser muy trabajadora, es lo sensible y preocupada que se muestra por otros. Aunque también diversos sentimientos como el enojo, el rencor y la ira por los problemas con sus hijos, hermana y exparejas tampoco la han abandonado y eso ha repercutido en su salud y estado de ánimo.
Pero el tema de los dolores en la pierna parece ser crónico. En junio de 2015, Paquita daba cuenta de una situación similar a la que enfrenta actualmente: un dolor en la pierna que llegó mientras estaba en su casa en Veracruz. “Me dolía mucho una pierna allá en Xalapa y fui a ver a un doctor… también me dolió el brazo izquierdo y dije ‘no vaya a ser un infarto’ y me dio miedo”, comentó a Televisa Espectáculos.
Y entre un ir y venir, y que Paquita no para de trabajar, la obesidad también la acompaña desde tiempo atrás. El sobrepeso lo asocia la cantante a su vida entre un lugar y otro: “Estoy tratando de bajar (de peso), a ver si lo logro porque es muy difícil. Tú sabes que si se está en casa sí es fácil comer lo que tú quieres, pero si vas a otro lado no es tan fácil”.
Y mientras está en casa ha regularizado sus horarios, pero cuando está trabajando, Paquita vive en horarios nocturnos para ofrecer conciertos, palenques y lo mejor de su repertorio con el que llegó para quedarse en la escena musical . Un género nuevo fue el que parece haber creado, el “duro y contra ellos”, representativo de sus canciones dirigidas a los hombres.
“Rata de dos patas”, “Tres veces te engañé”, “Viejo raboverde” y “Hombres malvados”, son algunas de las canciones más emblemáticas de la mujer que arriba del escenario pone en su lugar a cualquier hombre, pero tras las tarimas, Paquita es una mujer sensible que recuerda las injusticias que ha vivido -como quedó plasmado en su bioserie-, y se siente triste ante las enfermedades que la persiguen una y otra vez.