Una investigación científica realizada por expertos del Trinity College en Dublin ha indagado en la relación de la Vitamina D y los enfermos graves de COVID-19.
El estudio, llevado a cabo por la facultad de medicina de la institución irlandesa, en conjunto con otra investigación hecha anteriormente sobre el envejecimiento desarrollado en el mismo país, descubrió las asociación de la tasa de mortalidad de enfermos por coronavirus y la falta del compuesto en el cuerpo.
Los autores también indagaron en todos las investigaciones previas hechas en otras localidades de Europa con respecto a la vitamina D. Gracias a estos datos, los expertos pudieron hacer una comparativa de los niveles de compuesto en personas durante la década de los noventa y en la actualidad, cuando enfrentamos a la pandemia.
Los resultados obtenidos arrojaron que, en los países donde se han producido más muertes por el SARS-CoV-2, existía en la mayoría de pacientes baja presencia de este compuesto en sus cuerpos. En general, los países de latitudes más bajas como Italia y España tienen altas tasas de deficiencia de la Vitamina.
En cambio, todas las naciones ubicadas al norte de Europa, como Noruega, Finlandia y Suecia han arrojado niveles más altos de este compuesto en sus pacientes enfermos por COVID-19.
“En el Reino Unido, los organismos de salud pública han estado revisando constantemente las recomendaciones desde el comienzo del brote de COVID-19. Entre estas ahora se establece que todos los adultos deben tomar al menos 400 UI de vitamina D al día. Existe una fuerte evidencia entre asociaciones del compuesto y la gravedad en pacientes”, explicó la profesora Rose Anne Kenny, una de las autoras del estudio.
La vitamina D es un compuesto esencial para el sistema inmune. Generalmente, el cuerpo la produce gracias a los rayos solares, la alojarse en el hígado y pasa por el riñón y el intestino, donde se transforma en una hormona que potencia la creación de calcio.