Reos de una prisión de Los Ángeles se contagian de COVID-19 para ser lieberados

Pensaron que sería el escape perfecto. Quizá digno de  ‘El Conde de Montecristo’ o de ‘The Shawshank Redemption’.  Y el plan lucía sencillo, aunque riesgoso: utilizar la epidemia de Covid-19 para salir de la cárcel del Condado de Los Ángeles en la que estaban recluidos.

En abril pasado, reos de esa prisión urdieron un infeccioso plan: uno a uno, según narró The Washington Post, bebieron de la misma botella de agua caliente y olfatearon la mascarilla facial de uno de ellos. Videos de ello fueron captados y recientemente divulgados por las autoridades.

El propósito era contagiarse en masa de coronavirus para, de ese modo, ser trasladados fuera de esa cárcel o, incluso, liberados. Ciertamente, las autoridades habían sacado de esa cárcel previamente a algunos reos, indica el Post, por preocupaciones relacionadas con una posible expansión de la pandemia en esa prisión.

Originalmente, solo se habían registrado pocos casos de Covid-19 en esa cárcel en marzo. Pero, de repente, los números empezaron a subir. A principios de abril había un solo caso y rápidamente la cuenta de enfermos comenzó a subir. Y ya se ha triplicado en comparación con la existente a finales de abril. En total, el Condado de Los Ángeles ha registrado 357 casos entre su población carcelaria.

Las autoridades en principio quedaron un tanto perplejas por el rápido brote de coronavirus en la cárcel del Condado de Los Ángeles pero videos, revelados por el alguacil Alex Villanueva, revelaron una posible causa de ello: la intención de los reos de contagiarse intencionalmente con la noción de que serían, al enfermar, liberados. Un video muestra a los internos, como se mencionó, interactuando intencionalmente de modo de potenciar el contagio de coronavirus. Eso condujo a que se registraran 21 casos en menos de una semana y de allí el brote se catalizó hasta los cientos que existen ahora en esa cárcel.

Los reos también trataron de elevar artificialmente su temperatura para aparentar tener fiebre cuando eran revisados por enfermeros.