Miami, 11 may (EFE News).- La Coalición de Florida para la Reforma de la Justicia Criminal solicitó este lunes al gobernador Ron DeSantis liberar a prisioneros en riesgo del COVID-19 en el estado, donde han muerto 9 de los 48 que han fallecido tras las rejas en Estados Unidos debido a la pandemia.
Hasta este domingo había 3.319 reclusos contagiados del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 el país, como también 250 empleados de la Oficina Federal de Prisiones (BOP), según datos de esa agencia federal.
La coalición señaló que hay unas 95.000 personas en cárceles de Florida con «graves problemas de hacinamiento que hacen que sea prácticamente imposible practicar el distanciamiento social».
Los grupos urgieron a DeSantis a revisar a todas las personas mayores y médicamente vulnerables y liberar a la mayor cantidad posible de estos reos mediante conmutaciones o indultos.
De igual forma le solicitaron «aumentar drásticamente» la capacidad de pruebas del COVID-19 dentro del sistema penitenciario.
«Es casi seguro que hay más personas que son positivas de COVID-19 y que no han sido evaluadas», se lamentó Carrie Boyd, asesora política del Southern Poverty Law Center (SPLC), que hace parte de la coalición.
Subrayó que hasta el viernes pasado había al menos nueve personas encarceladas que habían muerto por el COVID-19 en Florida de unos 575 reos que dieron positivo junto con 187 oficiales de correcciones.
Kara Gross, directora legislativa de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), instó a DeSantis a «salvar vidas» al señalar que es una «ecuación mortal» mantener personas médicamente vulnerables y mayores a encerradas en lugares con personas que tienen COVID-19.
«Miles de personas encarceladas en Florida van a contraer esta enfermedad», advirtió por su parte Dante Trevisani, director ejecutivo del Instituto de Justicia de Florida.
El BOP tiene 139.777 internos federales en las instituciones que administra y 11.260 en otras comunitarias, con un personal total de unos 36.000 trabajadores.