¡Como decía mi abuelita!
Por Víctor Torres
No cabe la menor duda, que cuando quieres quedar bien con el patrón, no importa que hagas, ni que digas, ni quien se te ponga en frente, lo único, es decir yo lo hice por ti, porque te aprecio, porque eres el jefe, porque haces un excelente trabajo y por supuesto, porque me hiciste secretario y después diputado local …
Y es que el actual legislador matamorense, Héctor Escobar, quiso, más bien trató de justificar la línea de crédito que solicitó el gobernador del Estado y aprobado por el Congreso, con una frase, de la que desconoce su autor, misma que lejos de hacer una reflexión sobre la causa, motivo, razón, circunstancia por la que se requiere de un recurso extra, denigró el pensamiento de los ciudadanos, además de faltar al respecto a sus adversarios políticos, al decir… “el malicioso, el envidioso inventa el rumor, el chismoso lo difunde y el idiota se lo cree”…
Obviamente, que el diputado local, no pensó, supongo, – como cuando fue secretario de Educación y se le cuestionaba sobre un tema de interés, nunca conocía cifras o datos precisos, más bien dudaba de sus palabras o cantinfleaba y tenía que decirle a un subalterno que brindara cierta información – la dimensión de sus palabras y la interpretación de las mismas… ¿Por qué fue secretario de Educación?
Hoy, al parecer que se le olvidó al legislador blanquiazul, que el uso de las redes sociales, que el envidioso invento el rumor de su candidatura y sus propuestas, el chismoso difundió las propuestas, el ciudadano se lo creyó y ganó las elecciones pasadas.
Sus declaraciones causaron una serie de reacciones en las redes sociales a favor y en contra, sin embargo, denota, el desconocimiento de emplear correctamente los dichos o frases célebres para referirse a alguien o algo en específico… con el simple hecho de expresar que apoyaba la línea de crédito; que el margen de préstamo es de 4 mil 600 millones y que no se utilizaría todo; que los años, dependen del dinero que obtengan; que sería empleado para combatir la pandemia, era suficiente…
Al parecer a Héctor Escobar, se le olvidó algo bien sencillo, que, en estos tiempos de crisis, no son palabras, sino hechos y es aquí, cuando tienes que ponerte la camiseta para brindar apoyos a quienes así lo requiera y si desconoce cómo, pues, que les pida asesoría a sus compañeros… Y ¡Como decía mi abuelita! “A palabras necias oídos sordos” …