¿Irresponsabilidad o situación impredecible? Esa es la punzante pregunta que cala a una comunidad en el área de St. Louis, Missouri, a causa de un diagnóstico de coronavirus y la actitud de la familia de la persona afectada. Y muchos creen que la primera instancia es el veredicto apropiado en este caso.
Hace unos días, una joven de cerca de 20 años –su identidad y la de su familia se han mantenido en reserva– regresó a Estados Unidos desde Italia, a donde había ido a realizar estudios. Llegó al aeropuerto de Chicago y pasó en esa ciudad un día, luego emprendió el regreso a su casa, en St. Louis, a bordo de un tren de la empresa Amtrak.
Pero días después comenzó a tener síntomas inquietantes: fiebre alta y tos, por lo que, por su antecedente de haber estado en Italia, un foco de la epidemia de coronavirus, fue llevada al hospital, se le practicó una prueba para detectar ese contagio y dio positivo. Los resultados de ese examen, de acuerdo al periódico Daily Mail, le fueron comunicados el pasado sábado 7 de marzo. La prueba se la hizo el día anterior, el viernes 6 de marzo.
Ante ello, las autoridades de salud de Missouri, que en la joven tendrían al primer caso de contagio de coronavirus en su estado, pidieron que ella y el resto de su familia se sometieran a una cuarentena, a fin de evitar la posible propagación del patógeno.
La instrucción para que lo hicieran y permanecieran dentro de su casa por un periodo de hasta 14 días después de que la paciente dejara de tener síntomas le fue comunicada a la familia tan pronto como se reportó que la joven presentaba fiebre y tos, el jueves pasado, un día antes incluso de que se le hiciera la prueba de detección de coronavirus.
En paralelo, la empresa Amtrak procedió a desinfectar trenes y estaciones entre Chicago y St. Louis y ha comenzado a contactar a los pasajeros que estuvieron a bordo en el periodo y tren en el que la joven viajó.
Tras ser revisada en el hospital y dado que sus síntomas no son graves, la joven contagiada ha permanecido desde entonces en casa observando la cuarentena. De acuerdo a autoridades del Departamento de Salud del Condado de St. Louis, ella “se condujo a sí misma con responsabilidad y madurez y se le debe reconocer por acatar las instrucciones del Departamento de Salud”, indicó la Radio Pública de St. Louis.
Pero no puede decirse lo mismo de otros miembros de su familia.
Pese a que conocían que la joven estaba enferma de un mal respiratorio y que, al haber estado en Italia, podría tratarse de coronavirus, y aunque las autoridades les habían pedido observar una cuarentena y sabiendo que se había practicado ya un examen de detección de coronavirus a su familiar, el padre y la hermana menor de la enferma asistieron la tarde del sábado pasado a un baile escolar en un hotel de St. Louis.
Y aunque, ha de añadirse, que el padre y la hija no tenían confirmación formal de que su familiar tenía coronavirus (el resultado les fue comunicado cuando ya estaban en el baile, del que se fueron de inmediato) sí desoyeron la instrucción preventiva de que toda la familia debía permanecer en casa en cuarentena.
A consecuencia de ello, la escuela Villa Duchesne and Oak Hill School, cuyos estudiantes asistieron al baile al que se presentó la hermana de la enferma, tuvo que decidir suspender clases y ha permanecido cerrada desde este lunes.
Las autoridades de salud, indicó el Daily Mail, deploraron que el padre de la paciente “no actuó de modo consistente con las instrucciones del Departamento de Salud y en cambio… decidió llevar a su [otra] hija” al baile escolar.
Ciertamente, el padre no sabía a ciencia cierta si su hija mayor padecía COVID-19, la enfermedad producida por el coronavirus, pero el sentido común y la petición de las autoridades de observar la cuarentena eran motivo suficiente para abstenerse de ir al citado baile.
Pero él y su hija menor acudieron allí de todos modos y potencialmente pusieron en riesgo de infección por coronavirus a muchas personas allí presentes.
Ahora, los padres y estudiantes que acudieron a ese evento social han sido informados de que deben acudir al médico si presentan síntomas que pudiesen indicar contagio de coronavirus. Y su escuela seguirá cerrada por un tiempo aún no clarificado.
Y en el caso de la familia de la joven contagiada, las autoridades les han notificado ya formalmente que todos en su hogar deben permanecer en cuarentena hasta que se les dé de alta. En tanto, personal del Departamento de Salud de St. Louis los visitará periódicamente para verificar su condición y posibles nuevos contagios.
Es de esperar que superen este grave momento y presten en adelante, por su bien y el de los demás, especial atención a las indicaciones de médicos. Su caso, al final, podría servir de aleccionadora advertencia, en la presente epidemia de coronavirus, sobre el imperativo de respetar las cuarentenas ante la realidad o posibilidad de contagio.