Un grupo de autodefensa en el sur de México presentó públicamente el miércoles a una tropa compuesta por 19 niños armados y enmascarados que fueron reclutados como «policÃas comunitarios».
Los niños parecen tener entre 8 y 15 años, y portaban rifles y escopetas. Algunos de los más jóvenes cargaban palos en lugar de armas.
El grupo es parte de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Pueblos Fundadores (CRAC-PF). Desde la década de 1990, las policÃas comunitarias se han encargado de buena parte de las labores de seguridad en comunidades indÃgenas remotas a donde la policÃa rara vez se aventura.
Aunque se supone que la policÃa comunitaria combata crÃmenes menores como peleas e intoxicación pública con castigos indÃgenas tradicionales como arresto temporal o servicio a la comunidad, además de multas, se ha visto arrastrada a combatir a narcotraficantes.
«Han caÃdo 28 compañeros en sólo un año», dejando sin padre a 66 niños, dijo Sánchez Luna en un video del evento publicado en redes sociales.
Sánchez Luna dijo que los menores de 12 años únicamente reciben capacitación, pero aquellos de entre 12 y 15 años ya pueden comenzar a vigilar sus poblados. Añadió que si los menores no portaran armas, serÃan secuestrados por grupos delictivos.
Dijo que muchos de los niños no pueden continuar con su educación más allá de la primaria, debido a que tienen mucho miedo de salir de sus comunidades para viajar a la secundaria más cercana.
Las autodefensas combaten a la violenta organización delictiva conocida como Los Ardillos, a los que se les atribuye la masacre del viernes.
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El gobierno del estado de Guerrero condenó tanto los asesinatos como el uso de menores durante el conflicto.
«Se hace un atento llamado a la policÃa comunitaria CRAC-PF a respetar, conforme a la ley, los derechos humanos de los menores de edad», dijo el gobierno estatal en un comunicado.
La violencia relacionada con el narcotráfico ha llegado a tal grado que miles de personas se han visto obligadas a dejar sus comunidades remotas en todo el estado.