La corrupta SCT 

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David Ed Castellanos Terán
@dect1608
El aun titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Javier Jiménez Espriú, dice que no hay cabida para los corruptos en esta dependencia pública, pero quizás, este repleta de incompetentes.
 
Desde antes de iniciada la Cuarta Transformación, el experimentado y reconocido ingeniero Jiménez Espriú, se vio envuelto en controversias relacionadas a la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, ya en proceso en Texcoco, y conforme han venido avanzando los meses, los reclamos contra la SCT por incapaces van en aumento por lo que uno de los supuestos incondicionales del presidente, pudiera ser baja en el veinte-veinte.
 
¿Sabía usted qué la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, no se da abasto con los exámenes psicofísicos en todo México? ¿Qué por presunto amaño, están rebotando a muchos trabajadores que ocupan de una licencia y/o permiso federal?
Los señalamientos han sido sostenidos por los inconformes quienes reclaman no solo la falta de personal, también acusan a los servidores públicos de la SCT por incompetentes y hasta corruptos.
 
Una de las tantas historias de presunta descomposición gubernamental, se experimenta diariamente en la Unidad de Morelia de la SCT, donde el personal que labora en el área del transporte se presenta para renovar sus exámenes, permisos, licencias y cartillas. De entre tatos requisitos que deben acreditar esta precisamente el examen psicofísico integral, que sirve para validar sus aptitudes desde el punto de vista medico con la finalidad de operar, conducir y/o auxiliar en los diferentes modos de transporte federal.
Los que han acudido a renovación o tramite por primera vez al momento de pasar con con el médico general, son pesados en una báscula cero calibrada, el error más evidente y señalado por los trabajadores del transporte es en la medición de la masa grasa, pues refieren una variación del peso, obligándolos a repetir una y otra vez hasta apuntarles la medida que considera prudente el doctor en turno; a estos no les importa que los interesados les señalen que la máquina esta mal, los obligan a seguir haciéndose los exámenes, pero al pasar el siguiente filtro con el Cardiólogo, este se encarga de subrayar una masa grasa que no corresponde a la complexión física del interesado, esto a sabiendas de que la báscula no esta bien equilibrada.
 
Y aquí es donde brota como el estiércol la famosísima frase: “le echo la mano”, sin importar que ya le invirtieron casi medio día de trabajo para obtener el documento requerido, y habiendo pagado la cantidad de mil 771 pesos, que es ni más, ni menos el costo del examen psicofísico.
 
En al Unidad de Morelia de la SCT, diariamente medio centenar de personas acuden para diversos tramites, y los que acceden a que les echen la mano, salen bien librados, no así aquellos que no se prestan a la corrupción que niega Jiménez Espriú, existe en su Secretaría.
 
El pueblo sabio, clama al buen gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, para que termine con estas practicas, con estos moches que impactan directamente en la economía de las personas de buen vivir, pues para poder trabajar, deben volver hacer el examen si no le entran al circulo vicioso corruptor, un documento por el que pagan casi dos mil pesos para ganarse la vida. 
 
Así la historia en Morelia, y en todo México “cuatrote”, donde el apto medico para trabajar debe acreditarse y agarrase por la vía de la corrupción. 
 
@dect1608