LA PAZ.- A horas de renunciar a la presidencia de Bolivia el 10 de noviembre, Evo Morales se subió a un avión junto a su hijo y el exvicepresidente Álvaro García Linera y viajó hacia México, luego de que el mandatario azteca Andrés Manuel López Obrador le ofreciera asilo. Ahora, una semana después de ese vuelo, se espera que quien abandone el país sea su hija.
Evaliz Morales se encuentra asilada en la embajada de México en La Paz pero ayer recibió la autorización vía salvoconducto del Ministerio de Relaciones para viajar.
La presidenta interina Jeanine Áñez, que días atrás asumió el cargo en una sesión sin quórum legislativo, dijo al respecto: «Hemos decidido otorgar un salvoconducto a Evaliz Morales, para que reciba asilo en México, bajo el entendimiento de que la familia no es culpable de las acciones de su padre. Somos un gobierno que busca pacificar nuestra nación».
Evaliz es la hija mayor de Morales y tiene 24 años. Recientemente se graduó como abogada y durante los años en que su padre fue presidente cumplió ciertos roles asignados a la figura de la primera dama.
Su madre es la exdirigente del movimiento político Eje Pachakuti Francisca Alvarado Pinto, quien en 1999 denunció que Evo no quería reconocerla ni asumir su manutención. Evaliz fue reconocida por el exmandatario en 2002.
Aparte de Evaliz, la asambleísta indígena María Inosenta Poñe Poichee también fue beneficiada con el salvoconducto, de acuerdo con lo publicado por el diario El Deber.
Más muertosAl menos tres personas murieron ayer y otras 30 resultaron heridas durante un operativo policial y militar para abastecer de combustible a la ciudad de La Paz, con lo que la cifra de fallecidos se eleva a 27 tras cuatro semanas de convulsión política y social en Bolivia.
Los fallecidos eran Deybi Posto Cusi, de 31 años, Edwin Jamachi Paniagua y un tercer fallecido aún no identificado.
La Policía y las Fuerzas Armadas realizaron por la mañana un operativo con un convoy de autos cisternas para transportar combustible hasta La Paz desde la planta de gas en el barrio de Senkata, en la vecina ciudad de El Alto, tras la escasez que dejó el bloqueo en las calles hace cinco días por personas afines al expresidente. Un informe preliminar indica que los fallecidos habrían sido por impacto de arma de fuego.
Por su parte, el ministro de Defensa, Fernando López, aseguró que las Fuerzas Armadas no usaron armas de fuego en el operativo. Y las Fuerzas Armadas señalaron en un comunicado que el operativo fue pacífico y aseguraron que las personas que bloqueaban destruyeron un muro y portones de ingreso de la planta de gas utilizando «explosivos de alto poder, ocasionando daños que pueden generar un peligro mayor para la población en caso de una explosión en cadena».
La OEAMientras se llevaba a cabo el operativo de la policía y militares, el representante de la Organización de Estados Americanos (OEA), Rodolfo Piza, se reunió con Jeanine Áñez.
Piza pidió «las garantías básicas para que no vuelva a darse una situación como se dio en las pasadas elecciones», en referencia a las elecciones del 20 de octubre, en las que Morales se proclamó ganador en medio de denuncias de fraude. Poco después, una auditoría del organismo sobre el conteo de votos encontró irregularidades y concluyó que se debían convocar nuevos comicios. La radicalización de las protestas por el resultado electoral y la presión de la Policía y las Fuerzas Armadas llevaron a Morales a renunciar a la presidencia el 10 de noviembre y a asilarse en México dos días después.
Hasta ahora por las protestas se registraron 27 muertes y más de 400 heridos. Para intentar calmar los ánimos, Áñez prometió la pronta realización de elecciones presidenciales y legislativas, sin precisar aún una fecha.