Todos somos Carlos Romero

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David Ed Castellanos Terán
@dect1608
Andrés  Manuel López Obrador, volvió a ganar. La salida del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), aún sin encarcelamiento de Carlos Romero Deschamps, fue otro lanzamiento y ponche en favor del movimiento encabezado por AMLO.
El béisbol y la rampante violencia en México, conjugada con la falta de respeto a la SEDENA, y Secretaría de Marina Armada de México (SEMAR), no son la única debilidad del presidente mexicano; las declaraciones de la titular de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, supuestamente siempre sacadas de contexto, así como la flaquencia estructural administrativa de la Cuarta Transformación, son lo que en el argot beisbolero, “bases llenas”, por lo que el equipo del presidente ameritaba una gran jugada.
Terminó la primera entrada para el gobierno federal, es correcto su primer año de gobierno; la pizarra no está a su favor, el marcador es apretadísimo y en el Senado de la República, la revocación de Mandato se regresó a la cámara baja con modificaciones que poco favorecen al pitcher estelar tabasqueño, sin embargo, él es quien tiene la pelota caliente, Lopez  Obrador está en el montículo de lanzamiento y eso no lo deben perder de vista los bateadores rivales, porque de la nada lanza una bola caliente como la de este miércoles que dejó quietos en sus bases a todos sus rivales.
El presidente a quien le fascina el béisbol ha hecho el mejor lanzamiento en lo que va de este juego pactado a seis entradas; Carlos Romero, conocido como uno de los mejores jonroneros de México, desde hace 26 años al frente del STPRM, hoy quedó ponchado, aunque esto no signifique que su carrera profesional vaya a terminar en el banquillo de las sombras de la prisión.
Eso sí, el  juego se puso rebueno, los líderes sindicales como el de los telefonistas Francisco Hernández Juárez, con más de 40 años al frente de su gremio o el ferrocarrilero Víctor Félix Flores Morales, líder gremial de 1995 a la fecha, y qué decir de Elba Esther, que ya fue y vino de la banca seguramente quedaron firmes ante el tremendo lanzamiento de bola que ponchó a Romero Deschamps. Ojo, tampoco se debe perder de vista al Senador Napoleón Gómez Urrutia fortalecido por los sindicatos extranjeros, pues también es otro de los perpetuos beneficiados de la burocracia política mexicana.
Quizás el tampiqueño Carlos Romero, sea sólo el primero de otros más en salir del juego, pues el Partido del Trabajo, que hizo campaña en alianza con Morena para llevar a Andrés Manuel a la presidencia, en octubre de 2018 propuso en el pleno del Senado a través de la poblana Nancy de la Sierra Arámburo de Espinosa, las iniciativas de ley con el propósito de garantizar la libertad sindical que dé oportunidad a los trabajadores de formar nuevos sindicatos sin necesidad de tener que pedirle nada a los perpetuos sagrados y beneficiados por la burocracia política mexicana, esos a los que sólo observa el Gobierno Federal según su conveniencia, pues claramente se ve desde la grada que no se actúa imparcialmente, de ser así, ni la misma Senadora Nancy, y su esposo el diputado local de Puebla, José Juan Espinosa Torres, propietarios de más de 10 inmuebles lujosos, entre hoteles, terrenos, residencias y ranchos estarían tan tranquilos sonrientes. Qué decir de Manuel Bartlett.
Que va, el que se ríe se lleva, y el que se mete a la política conocerá a sus verdaderos padres y hermanos, aunque eso sí, ¿Será que el político mexicano mientras más acceso tiene a la lana del pueblo más gana, será que todos fueran igual de gandallas como Carlos Romero, si hubieran tenido la misma oportunidad de estar al frente del sindicato?
Tal vez.
@dect1608