Donald Trump intentó comprar Groelandia; Dinamarca se negó

WASHINGTON.- Una crisis diplomática impensada. Dinamarca no suele estar en el ojo de la tormenta pero con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lo consiguió: luego de que la semana pasada el diario The Wall Street Journal publicara una nota en la que aseguraba que el republicano quería comprar Groenlandia, territorio que depende del gobierno danés, y que desde la nación escandinava destacaran lo absurdo de la idea, arrancó la polémica.

Tras la noticia y el rechazo de la primera ministra de Dinamarca, Mette Fredriksen (que calificó la intención de «absurda»), Trump insistió en su objetivo, se enojó porque le negaron la isla y suspendió una visita que tenía programa al país. Así, elevó la tensión. Mientras tanto, los medios estadounidenses siguieron lo que pasaba muy de cerca y hasta consiguieron dar con la cifra que el presidente quería pagar.

De acuerdo con lo publicado por el diario The Washington Post, funcionarios de la Casa Blanca familiarizados con el interés del presidente en Groenlandia dijeron que había estado hablando sobre la posible compra durante semanas y que se había discutido la posibilidad de ofrecer a Dinamarca un acuerdo para que Estados Unidos asuma su subsidio anual a la isla de 600 millones de dólares a perpetuidad. Además, señalaron haber debatido dar al país un gran pago único para incentivar la transferencia.

Sin embargo, el monto no se pudo confirmar porque la negociación ni siquiera arrancó. Visiblemente molesto por ello, Trump justificó la cancelación de su visita al país escandinavo por el tono «desagradable» de las declaraciones de la primera ministra danesa.

«Creo que el comunicado de la primera ministra es desagradable», dijo el mandatario. «Ella podría haber dicho: ‘No, preferimos no hacerlo'», señaló. «No fue una forma elegante de hacerlo», añadió Trump. «Ella no se dirige a mí, está hablando a Estados Unidos de América. No se habla de esa manera a Estados Unidos», advirtió el exmagnate.

La primera ministra calificó la semana pasada como «absurda» la propuesta de compra y aseguró que Copenhague carece de poder para vender Groenlandia, que cuenta con un alto grado de autonomía. Y ayer temprano, trató de quitarle presión al asunto: «Evidentemente estoy contrariada y sorprendida por la cancelación de la visita», pero «Dinamarca y Estados Unidos no están en crisis», declaró.

Así es Groenlandia, la isla que quiere comprar Donald Trump. Fuente: AP - Crédito: Felipe Dana
Así es Groenlandia, la isla que quiere comprar Donald Trump. Fuente: AP – Crédito: Felipe Dana

El fin de semana pasado, Trump había calificado la potencial compra del territorio como una «gran transacción inmobiliaria», que además sería «estratégicamente interesante».

Groenlandia es una isla ártica rica en recursos naturales (petróleo, gas, oro, diamantes, uranio, zinc y plomo): además el calentamiento global, que abre nuevas rutas marítimas entre el Pacífico y el Atlántico, así como entre Europa y Asia, alimenta la codicia para controlar este territorio, particularmente de Estados Unidos, China y Rusia.

Es la isla más grande del mundo. Se ubica entre el océano Atlántico y el Ártico y tiene una capa de hielo de 1,7 millones de kilómetros cuadrados que cubre el 80% de su territorio. Los 56 mil residentes de Groenlandia son en su mayoría inuits, nombre de los pueblos indígenas. Están concentrados en la costa oeste en pequeños pueblos o aldeas, o en lejanos asentamientos costeros donde la vida gira en torno a la pesca y la caza de focas y ballenas.

Groenlandia es parte del reino danés junto con las Islas Feroe y tiene su propio gobierno y parlamento, el Inatsisartut, de 31 escaños. En 1979, Groenlandia obtuvo su autonomía de Dinamarca.

Así es Groenlandia, la isla que quiere comprar Donald Trump Fuente: AFP - Crédito: Jonathan Nackstrand
Así es Groenlandia, la isla que quiere comprar Donald Trump. Fuente: AFP – Crédito: Jonathan Nackstrand

Agencias AP y AFP