EEUU castigará a empresas que apoyen a Maduro

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LIMA.- Tras conocerse la decisión de bloquear todos los bienes e intereses del gobierno venezolano en territorio norteamericano, el gobierno de Estados Unidos dijo ayer que estaba preparado para imponer sanciones sobre cualquier empresa internacional que haga negocios en Venezuela.

En una cumbre en Lima para discutir la situación en Venezuela, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton, subrayó que se necesitaba una mayor presión internacional y que las autoridades estadounidenses ahora pueden apuntar contra cualquier persona, incluyendo extranjeros que respalden al gobierno de Nicolás Maduro.

«Estamos enviando una señal a quienes quieren hacer negocios con el régimen de Maduro: procedan con extrema precaución», dijo Bolton. «El momento para el diálogo ha terminado. Ahora es el momento de la acción».

El bloqueo financiero impuesto por Estados Unidos al gobierno chavista de Venezuela se convirtió inesperadamente en el tema central de la Conferencia Internacional por la Democracia en el país caribeño, que sesionó por primera vez en Lima con representantes de 57 países y tres organismos internacionales.

La estrella del encuentro fue Bolton, quien explicó en detalle el alcance del decreto firmado por Trump. Dijo que el chavismo solo busca «ganar tiempo» en el diálogo con la oposición en Barbados y advirtió que el apoyo de China, Cuba, Rusia y Turquía a la administración de Nicolás Maduro «es intolerable».

También afirmó que los objetivos del bloque son Maduro, las «instituciones ilegítimas dirigidas por él» y todos los que «menoscaben al democráticamente electo presidente interino Juan Guaidó». Consideró que Maduro «no se toma en serio» el diálogo en Barbados y solo envía a sus representantes allí «para ganar tiempo».

Asimismo, Bolton sostuvo que la posición de China, Cuba, Rusia y Turquía -los cuatro mayores apoyos externos de Maduro, que rechazaron la invitación para enviar representantes a la Conferencia de Lima- es intolerable, particularmente para el régimen democrático que lo reemplazará».

La intervención de Bolton opacó incluso las de sus compatriotas Elliott Abrams y Wilbur Ross, respectivamente representante especial de la Casa Blanca para Venezuela y secretario de Comercio.

«Yo no critico las negociaciones en Noruega ni la decisión del presidente Guaidó de que su delegación se siente con el régimen, pero [el diálogo] no va a durar mucho más si no hay progresos hacia un acuerdo», dijo Abrams, usualmente más diplomático que Bolton, en una entrevista publicada ayer por el diario limeño El Comercio.

Ross expuso ante la conferencia los planes de Washington para «el día después» de que Maduro deje el gobierno, que ponen énfasis en la reactivación de la industria del petróleo y no mencionan la posibilidad de recibir refugiados venezolanos en Estados Unidos.

Intervención argentina

En tanto, el canciller argentino, Jorge Faurie, subrayó el reciente informe de la alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, que denunció miles de ejecuciones extrajudiciales y cientos de prisiones arbitrarias, y agregó que la crisis venezolana «tiene implicancias para la paz, la seguridad y la estabilidad de la región, e implicancias de repercusión global».

Faurie advirtió que «no se trata de una disyuntiva entre socialismo y libre mercado, o derecha e izquierda, sino que lo que está en juego, y que excede a Venezuela, es una discusión entre dictadura y democracia, algo que es motivo de preocupación, ya que amenaza a la región», informaron fuentes de la cancillería argentina.

Por su parte, el canciller anfitrión, Néstor Popolizio, afirmó que «la crítica situación en Venezuela no ha dejado de agravarse en perjuicio de sus ciudadanos, con un creciente impacto regional con alcances globales», y remarcó que «corresponde apoyar» a Guaidó, cuya estrategia «tiene como único norte la recuperación de la democracia y la libertad en Venezuela», informó la agencia estatal peruana Andina.

La conferencia, convocada por el Grupo de Lima, contó con representantes de 57 países más la Unión Europea, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco de Desarrollo de América Latina, con el objetivo de reunir «por primera vez a delegaciones de los cinco continentes dispuestas a un diálogo amplio y plural», dijo Popolizio.

Agencias Reuters y AP