¡Como decía mi abuelita!
Por Víctor Torres
Terminan los 45 días de campaña en busca de la diputación local en el Estado, en los distritos, todos los candidatos y candidatas se dicen ganadores y ganadoras, ya que presentaron sus mejores propuestas, tratando de ganar adeptos y bueno, convencer al electorado.
La moneda está en el aire y posiblemente cada uno de los postulantes tendrá su propia radiografía de lo que hicieron en seis semanas de campaña. No sólo hablar, hablar y hablar, también soportaron las temperaturas de los 35 grados centígrados en el Sur, con sensación térmica de 38 grados a la sombra, además caminaron largas horas, sudaron la camiseta, algunos hasta bajaron de peso, cambiaron de color y dejaron de estar con sus respectivas familias, pues, los recorridos fueron de domingo a domingo.
Cada uno de los aspirantes a la diputación local tiene, su estilo propio de trabajo, de estrategia, cada quien, tiene, su ideología de partido y no partido, tiene, su pasión, tiene, su interés propio, pero, lo que sí, es que el próximo domingo se medirán todos en busca del preciado trofeo, el Congreso.
Decía mi abuelita en sus pláticas que saber esperar es un verdadero arte de cualquier mortal, ya que algunos quieren comerse al mundo o bien quieren correr, sin saber gatear o caminar y se meten cada golpazo. Quien ha desarrollado ese talento prueba que ha alcanzado un importante grado de evolución personal. Supone autocontrol, tolerancia a la frustración, temperancia y capacidad de ver la realidad en perspectiva, en pocas palabras, se te llega la oportunidad y es el caso de Miguel Gómez Orta, actual candidato a la Diputación Local por el Distrito 18 de Altamira y Aldama por Acción Nacional, quien, por años y años, había aguardado la fecha de competir por un cargo de elección popular y el 2019 fue el año crucial.
Miguel, tiene experiencia territorial, no sólo por que creció y vive en la urbe industrial, sino que ha participado en cinco elecciones a presidentes municipales, diputaciones locales, diputaciones federales y estatal, conoce bien el terreno que pisa y la manera en que podría lograr su objetivo, ganar la elección; caminó 355 kilómetros entre Altamira y Aldama en seis semanas, sostuvo reuniones con empresarios, asociaciones, líderes de colonos, y saludo de mano a las personas, presentando proyectos. Para los ciudadanos, el candidato es audaz e inteligente, y con poder de convencimiento, tal es así que logró unir a varios grupos sindicalistas, campesinos y ciudadanos, aptitudes que son fundamentales para estar dentro de la política. Sólo habrá que esperar el 2 de junio para que su meta se cumpla. Y ¡Como decía mi abuelita!… “El verdadero arte de saber esperar” …