Por Juan Carlos Velarde
Veracruz.- La dirigente del sector juvenil del Partido de la Revolución Democrática, Alma Belen Arenas Ochoa, presentó su renuncia a ese organismo político.
Dijo que desde hace algunos años se acabó la mística que dio vida a ese partido y la dirigencia se concentró más en ocupar cargos públicos y aprovechar económicamente los triunfos electorales que en arropar las causas que les permitieron renacer
“Hay una generación de jóvenes que aun cuando nos afiliamos al PRD, no era necesario. Nacimos en él. Dicha generación tuvo la oportunidad de vivir los primeros logros electorales del sol azteca y presenciar cómo éstos se tradujeron en mejorar la vida de la gente”, destacó.
Señaló que eso les impulsó a participar, a ser el alma de las campañas territoriales y a prepararse en las aulas para aportar intelectualmente a la revolución democrática: en los congresos, en los ayuntamientos, en los gobiernos estatales o en la estructura partidista.
Sin lugar a dudas, hoy México es un mejor país gracias a los aportes del partido a la vida democrática; a las leyes, políticas públicas e instituciones en materia de transparencia, libertad de expresión, equidad de género, movilidad, derechos humanos, seguridad social y desarrollo rural, afirmó en el documento formal en donde presenta su renuncia.
Dijo estar profundamente agradecida con las personas que en el PRD confiaron en ella y le permitieron caminar a su lado tanto en la dirigencia estatal, como cuando fue candidata, sobre todo a las mujeres y jóvenes militantes en Veracruz de quienes aprendió.
“En el trigésimo aniversario de su fundación y a punto también de llegar a mi tercer década, he decidido presentar mi renuncia al PRD con carácter de irrevocable, convencida de haber aportado lo mejor de mí; insatisfecha por no haber podido desterrar las prácticas caciquiles del partido”, destacó.
Reiteró que se encuentra decepcionada porque el estatuto se ha convertido en ley muerta donde impera la frase “acuerdo mata estatuto”, y las últimas modificaciones estatutarias eliminaron la participación política de las juventudes, pero también “orgullosa por lo que logramos en el estado y el país; y sobre todo dispuesta a contribuir desde otra trinchera a la democracia ya y a la construcción de una patria para todas y todos”, destacó.
