Los Ángeles Azules

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David Ed Castellanos Terán
@dect1608
Cuando llegó el presidente del empleo, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa con sus manos limpias, nunca imaginamos que se iría bañado en sangre; luego Enrique Peña Nieto, representó el regreso del Revolucionario Institucional,  México se ilusionó pensando que con sus añejas amistades iba a poner en cintura al crimen organizado, no fue así. Hoy con el inicio del nuevo gobierno federal las cosas parecen un tanto iguales.
La inseguridad y la violencia son la dolencia de todo gobernante mexicano, algunos han sido víctimas del mismo sistema oscurintista que parece no tener quien le ponga freno, y así se han ido adueñando de todo.
Las entidades fronterizas por su naturaleza geográfica son las más afectadas, pero de todas, Tamaulipas ha sido la más sufrida últimamente, aún en la actualidad aunque las cosas son distintas, sufre los embates del crimen organizado.
Tal estado mexicano jamás en la historia había sido gobernado por un partido político distinto al PRI, pero en la elección local de 2016, el entonces candidato a la gubernatura por Acción Nacional, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, cumplió su primera promesa de campaña “De que se van, se van”, lema dedicado a los priístas que durante más de 80 años habían sido los que partían y repartían el pastel tamaulipeco.
Hoy el gobernador Cabeza de Vaca, tiene casi una excelente comunicación política con el Comandante Supremo, Andrés Manuel López Obrador; ayer, cuando gobernó Peña Nieto, la interlocución era más fluida que con el último mandatario tricolor; tal vez por eso no le ha ido del todo mal.
En octubre de 2016, recién había asumido el poder García Cabeza de Vaca, visitó la zona metropolitana de Tampico para poner en marcha el boteo Teletón, ese día en su encuentro con los medios de comunicación se le cuestionó respecto a la galopante inseguridad que impedía hasta el tránsito carretero, aún sin haberse sentado y acomodado en la silla del poder, el panista no quiso comprometerse en dar una fecha específica en que devolvería la paz al estado, pero ante la insistencia de los reporteros que traían veneno en sus preguntas, respondió  que la situación de violencia era grave, y se defendió argumentando que no se podría erradicar de la noche a la mañana, sin embargo, quizás un poco animado y más en confianza conforme avanzaba en la entrevista, se atrevió a decir que con trabajo, dedicación, y en unión con la sociedad, sería factible extirparla -la violencia- en un año y medio; textualmente dijo así:
“No quisiera anticiparme a decir una fecha, yo sí fui bien claro, y lo dije en campaña, jamás engañé a nadie, les dije que el problema de inseguridad y violencia era grave en Tamaulipas. No por algo estamos en los primeros lugares en violencia y secuestros, dije que eso se podía tardar entre año y año y medio”.
¡En la madre! Estamos a nada del 10 de Mayo de 2019, de aquel 20 de octubre de 2016 han transcurrido casi 31 meses, es decir, muchos días, semanas y meses más de lo que dijo en que acabaría con la inseguridad, claro que es verdad, pero si algo pudimos constatar en el próximo pasado periodo vacacional de Semana Santa, es que muchos turistas y visitantes viajaron por las carreteras de Tamaulipas a todas horas del día, incluso algunos regiomontanos, potosinos y veracruzanos por los quehaceres laborales salieron de Nuevo León, Veracruz o San Luis Potosí, ya entrada la media noche del miércoles para jueves santo, otros lo hicieron con la luz del día, pero todos gracias a su respectivo Dios, llegaron con bien a las zonas turísticas de esta entidad tamaulipeca que sigue con dolores de violencia, más nada comparados con los dolores y sufrimientos que padeció en los sexenios de Felipe Calderón, y Peña Nieto; tal vez, tengamos que darle algo de crédito a Peña bebé, pero la verdad es que fue en la Cuarta Transformación cuando nos enteramos en voz del mismo presidente de México, que en las carreteras de Tamaulipas no secuestraban migrantes, sino que era una forma de operar de los traficantes de personas y que de ello tenían conocimiento los latinoamericanos que viajan en busca del sueño americano.
Vaya usted a saber si es la buena relación del gobernador con el bien y el mal (me refiero con el PRI o Morena, según la afiliación o filia partidista que usted tenga, no vaya a pensar otra cosa) o simplemente porque el proyecto de los Ángeles Azules, esté dando excelentes resultados, pues este consiste propiamente en auxiliar a los automovilistas ante las adversidades que pudieran enfrentar en sus viajes por las carreteras del estado, es una flotilla de patrullas tripuladas por gente dispuesta a cambiar incluso algún neumático, o reparar alguna falla mecánica; es más su presencia suele ser tan constante en el tramo carretero que junto al trabajo coordinado con la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), Policía Federal, y de la Marina Armada de México, así como de la Gendarmería, pareciera que Tamaulipas está blindado y tiene la bendición de todos los poderes de la nación.
Y cuando digo todos, usted sabe qué es todo… acertado, equivocado, bueno, malo, POC y POD, todos los 9s, cortos, chicos y más allás.
@dect1608