¡Como decía mi abuelita!
Por Víctor Torres
Temor, miedo, pavor, espanto o prudencia, la postura del Gobierno de México de no cerrar la frontera Sur, permitiendo así la entrada de miles y miles de centroamericanos y ahora caribeños que desean el famoso “sueño americano”. acción que causa una mala imagen en el exterior de nuestro país, trayendo además serias dificultades para los ciudadanos mexicanos.
Es notorio observar a mujeres, niños, jóvenes, hombres, adultos mayores, discapacitados y uno que otro malhechor entrando desde el mes de diciembre a territorio mexicano, caminando grandes distancias, otros buscando un “raid” para trasladarse vía ferrocarril o camiones de carga a otra ciudad, acercándose más a su destino, sin importar arriesgar su vida, sólo con la intención de llegar a los Estados Unidos e ingresar de una forma u otra.
Escuchar a diario, que entran personas provenientes de Guatemala, El Salvador, Honduras, Venezuela y ahora de Cuba y Haití, provoca descontento de un sector de la población, debido a que ni el Presidente Andrés Manuel López Obrador, ni el Secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard han actuado enérgicamente para acabar con la problemática, desde el primer momento; otra parte de la ciudadanía lo considera un acto humanitario, permitir el acceso y es donde hay sentimientos encontrados, sobre ¿Qué hacer?
No hay unas cifras exactas del Instituto Nacional de Migración… ¿Por qué será?… sin embargo, la Secretaría de Gobernación dice que han
penetrado un promedio de 76 mil migrantes a territorio mexicano , siendo detenidos por las autoridades estadounidenses al intentar llegar, pero se espera que la cifra llegue a 100 mil en el presente mes. De dicho número, una parte se encuentra varado en alguna de las fronteras, como Matamoros, Reynosa y Nuevo Ladero, otros, en Tijuana o Ciudad Juárez, a la espera de cumplir su objetivo; algo que se observa imposible, debido a la medida implementada por el Presidente de E.U Donald Trump, de cerrar la frontera y desplegar cientos de militares para impedir el ingreso, más aún por el bloqueo de las garitas con Tamaulipas, que empieza a causar inconvenientes.
Sin embargo, otro grupo de centroamericanos ha sido ubicado en varios Estados del país, haciendo qué, lo que mejor saben hacer, incurriendo en una serie de ilícitos, afectando a la población, que en su momento buscó apoyarlos con alimentos, ropa, cobijas y hasta juguetes para los niños de las caravanas. Denuncias efectuadas por autoridades locales.
Pero, la situación para Tamaulipas es complicada, ya que el año pasado aplicaron 26 millones de pesos en materia de migrantes, pero para el presente año la Federación no contempla recurso alguno para el Estado, denunció Gloria Garza, subsecretaría de Legalidad y Servicios Gubernamentales del Gobierno de Tamaulipas … ¿Cómo? , gastos que tendrá que asumir la entidad, pero más aún, una vez que llegasen a radicar en la entidad, deberán destinar los servicios requeridos, en el entendido que son personas de escasos recursos.
Sin duda, es urgente que la Federación y con todo el “amor y paz” en el que vive el Presidente, se actué para acabar con el problema, controlando el ingreso de las personas, de no hacerlo podría salirse de control y generar una serie de disturbios que afectarían su desempeño… Y ¡Como decía mi abuelita! “Hay que agarrar al toro por los cuernos”.
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