Un centenar de militares rusos aterriza en Caracas en una misión desconocida

CARACAS.- La escena parecía de otra época en el Caribe más tropical: un centenar de militares rusos descendiendo el sábado pasado de una aeronave de pasajeros Ilyushin 62 en la zona presidencial del aeropuerto caraqueño de Maiquetía. Al frente, el mayor general Vasily Tonkoshkurov, jefe del Comando Principal de las Fuerzas Terrestres de Vladimir Putin, quien de esta forma regresa a Venezuela tres meses después de su última visita.

Las imágenes fueron grabadas por personas que se encontraban en el aeropuerto y distribuidas a través de periodistas locales. Pocos minutos después aterrizó otro avión carguero, un Antonov 124, con 35 toneladas de pertrechos. El gobierno no hizo pública la llegada, pese a la presencia en el aeropuerto de la vicealmirante Mata Quejada y del general de brigada Edgar Colina.

Para darle más misterio al desembarco terrestre de las tropas rusas, los expertos venezolanos en trazar los itinerarios de la pocas naves que llegan al país (que los hay) descubrieron cuál fue el plan de vuelo de los militares rusos: Moscú, Siria, Dakar y Maiquetía.

Ayer la aeronave de carga volvió a emprender el vuelo, pero el avión de pasajeros permanecía a la espera en la pista del aeropuerto, aumentando aún más las suspicacias en el país. En enero, el Kremlin desmintió una investigación publicada en Estados Unidos, en la que se aseguraba que el chavismo había contratado a 400 mercenarios rusos para reforzar la seguridad presidencial.

El propio Nicolás Maduro reconoció esta semana que ante los innumerables intentos de «magnicidio» que asegura sufrir se había visto obligado a fortalecer los anillos de agentes que le protegen y de los que forman parte especialistas cubanos, como ya lo hacían con Hugo Chávez.

La agencia rusa Sputnik añadió, sin embargo, que nada hay de misterioso en el aterrizaje de sus militares, que habrían llegado para «hacer intercambio de consultas». «Rusia tiene varios contratos que ya están en proceso de cumplimiento, contratos de carácter técnico militar. Hacen varios vuelos y traen varias cosas», aportó de forma tan indeterminada la Embajada de Rusia a la agencia.

El «comandante supremo» convirtió Moscú en uno de sus destinos favoritos: hasta en nueve ocasiones desde 2008 hasta su muerte, en marzo de 2013, viajó a la capital rusa para estrechar lazos económicos y estratégicos, cimentando así su discurso del «mundo multipolar». Cada viaje venía acompañado de convenios para comprar armas o tecnología militar, valorados en al menos 11.000 millones de dólares, según Sputnik. Algunos de ellos, como la puesta en marcha de la fábrica de fusiles Kalashnikov en Maracay, jamás vieron la luz.

La nueva «visita» sucede transcurridos más de tres meses de que dos bombarderos nucleares TU160 y dos aviones aterrizaran el mismo aeropuerto para unas supuestas maniobras militares conjuntas. Una «demostración de fuerza» en busca de la paz, aseguró entonces el general Vladimir Padrino López, ministro de Defensa, que acompañó a Tonkoshkurov en la visita a la base aérea Teniente Luis del Valle García, en Anzoátegui. El país, acostumbrado a la hipérbole informativa pero aturdido por la capacidad nuclear de esas aeronaves, se vio sumido entonces en una especie de prólogo contemporáneo de la Crisis de los Misiles de Cuba, aumentado con varias páginas más cuando unos y otros advirtieron sobre la apetencia rusa de instalar una base en la isla de la Orchila.

En aquel momento, las relaciones con Estados Unidos y Colombia se tensionaron aún más, pero hoy la situación es aún peor: el desafío del Parlamento democrático y de su presidente, Juan Guaidó, contra la revolución ha provocado la ruptura de relaciones diplomáticas y la partida de los diplomáticos estadounidenses de Caracas. Por el contrario, Putin se mantiene como el gran aliado fiel a Maduro.

Desde la cúpula revolucionaria se considera imprescindible el apoyo de Putin para mantenerse en el poder al precio que sea. Sólo en marzo tanto la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, como el vicepresidente económico, Tareck El Aissami, han visitado Moscú en medio de la tormenta política de su país, acompañados ademas por el ministro de Economía y por el director del Banco Central de Venezuela (BCV).

Detienen a un primo de Guaidó

El abogado Juan Planchart, primo del presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, fue detenido por el gobierno chavista y recluido en instalaciones del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), informó ayer la prensa local. Planchart -que comparte con Guaidó el apellido materno, Márquez- fue capturado ayer, mismo día en que el ministro de Comunicación e Información del gobierno chavista, Jorge Rodríguez, lo señalara públicamente como «operador financiero» de un presunto complot contra el presidente Nicolás Maduro. Por otra parte, una veintena de efectivos de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) allanaron una casa de los padres de Planchart.