¡Como decía mi abuelita!
Por Víctor Torres
Corría 1994 y cursaba la carrera universitaria, cuando después de mi jornada, llegué a casa y mi padre que escuchaba y veía la televisión, especialmente las noticias, como todas las noches, observaba atento y con un rostro desencajado la noticia… había muerto Luis Donaldo Colosio Murrieta… Y exclamaba, «regresamos a los tiempos de antes», en referencia a cómo quitaban del camino a todo aquel que estorbaba.
Era la noticia de los medios nacionales e internacionales un 23 de marzo, el candidato a la Presidencia de la República por el Partido Revolucionario Institucional había sido asesinado a manos de un sujeto, que responde al nombre de Mario Aburto, las imágenes eran grotesca, como alguien tan simple llegó hasta donde caminaba Colosio y disparaba su arma sin mayor problema… ¿Y los guardias de seguridad?…
Lo bueno en su momento fue la detención del asesino a manos de la multitud que escuchó la detonación, mismo que mostraba un rostro ensangrentado, pero, distraído, cabello quebrado – esponjado, bigote, algo sucio en su persona, era la imagen que los medios televisivos mostraron a la audiencia al momento, pero, después la Procuraduría presentó a Mario Aburto, con un rostro fuerte, serio, cabello lacio, peinado, sin bigote, limpio en su persona, contrario al anterior… ¿quién es quién?…
Han transcurrido 25 años del deceso del candidato a la Presidencia, último año de la administración de Carlos Salinas de Gortari y nadie, pero nadie ha logrado resolver el caso, un tema, que tiene muchos cabos sueltos, entre ellas especulaciones sobre quién fue el autor intelectual, ya que los responsables de impartición de justicia han dado carpetazo al tema y sólo ha quedado en el aire respuestas y por ende más dudas… el ejecutor, también, pues muchos aún no creen que sea el mismo…
Como no recordar una mítica frase del ex candidato y que dicen fue la causante que le quitaran su vida… «Yo veo un México con hambre y sed de justicia. Un México de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían servirlas; de mujeres y hombres afligidos por abusos de autoridades, o por la arrogancia en las oficinas de gobierno…”
Y la mata sigue dando sobre el tema y seguirá por muchos años más, pues como en México no se resuelve nada, todo pasa, políticos y autoridades van y vienen, el caso quedará en el limbo.
Todo al parecer, transcurrirá igual, como cada año, con palabras, recuerdos y ceremonias de los priistas, y rememorando frases y pasajes de la vida de un gran político, que acabaría con la corrupción… Hasta qué en la rueda de prensa mañanera del Presidente Andrés Manuel López Obrador, apareció un periodista procedente de Los Ángeles, California, quien hizo entrega de una carta firmada por los padres de Mario Aburto… Muchos de los presentes pudieron quedarse pasmados, al igual que los televidentes, y hasta el mismo AMLO, pues nunca cruzó por la mente que le entregarían una misiva y menos de los padres del asesino “confeso” del candidato presidencial…
No leyó la carta, sólo recordó Andrés Manuel, que cenó dos días antes del deceso con Luis Donaldo; pero, el periodista le daba a conocer, que los padres de Aburto, pedían revisará el caso a fondo, pues aparentemente había inconsistencias en el proceso… ¿Cómo? Y en los 25 años, ¿Qué sucedió con la investigación?… entonces, ¿No es el asesino?… la respuesta del Presidente, fue simple que la carta sería entregada a la Secretaría de Gobernación, para su análisis e investigación…
Entonces, podrían transcurrir otros 25 años más, con la finalidad de conocer otro hecho en las investigaciones o quedara también en las especulaciones de los mexicanos y mexicanas… ¿Hasta cuándo?… ¿Hasta cuándo? Y ¡Como decía mi abuelita! “Es la hora de cerrarle el paso al influyentísmo, la corrupción y la impunidad”.