Ex Fiscal venezolana demostrará que Maduro es un asesino

La fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, exiliada desde agosto del 2017, difundió fuertes imágenes del cadáver de Óscar Pérez, el expolicía que fue asesinado por el régimen chavista a principios del año pasado cuando él pedida piedad.

«Enviaré en los próximos días a la Corte Criminal Internacional las fotografías de las víctimas de la Masacre Del Junquito y del sitio del suceso. Esa evidencia no deja ninguna duda que lo ocurrido con Óscar Pérez y su grupo es un crimen de lesa humanidad», dice el primero de los tres mensajes, que está acompañado de fotos en primer plano del cuerpo de Pérez.

En el siguiente mensaje subido a Twitter ayer a la tarde, Ortega Díaz, agregó: «Este registro de más de 300 fotos irá acompañado de un informe forense que certifica la ejecución de este grupo de venezolanos a manos de funcionarios y paramilitares que sirven a la tiranía. Ya conversé con algunos familiares de las víctimas antes de esta publicación».

«También tenemos pruebas contundentes de que las dos personas de colectivos que murieron durante el hecho fueron asesinadas por sus compañeros del FAES (Fuerza de Acción Especial), quienes ejecutaron la masacre por órdenes de Nicolás Maduro» .

El operativo en el que murió Pérez

Fueron oficiales de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) quienes llevaron adelante la orden atacar el lugar en que Pérez se encontraba con sus compañeros de grupo con lanzagranadas.

En ese momento, se difundieron una serie de videos publicados en las redes sociales muestran cómo los funcionarios emplearon esas armas portátiles. Rocío San Miguel, presidenta de Control Ciudadano, había advertido que se trataba de un lanzagranadas antiataque RPG-7 de origen ruso. Los ruidos de los disparos se escuchaban con claridad en las imágenes grabadas, que resumen la violencia desatada en la localidad de El Junquito, una zona montañosa vecina a Caracas.

Pérez se había ganado el título del más buscado por las autoridades de Venezuela y había estuvo seis meses alzado en armas contra Maduro hasta que murió.

Al frente de un grupo que se autocalificaba de «Guerreros de Dios», Pérez fue cercado por comandos militares y difundió varios videos del drama de su última misión, en los cuales aparecía herido, con sangre en la cara, haciendo desesperados llamados a entregarse.

«No quieren que nos entreguemos, nos quieren asesinar», decía Pérez en uno de los videos.

Según el Ministerio del Interior, las fuerzas del orden fueron atacadas cuando se estaba negociando la rendición, por eso no cesó el fuego. La operación dejó dos agentes de policía muertos y cinco heridos, mientras que hubo varias bajas entre los rebeldes y cinco detenidos.