EEUU.- México tiene que dejar de depender de la endeudada y gigante petrolera Petróleos Mexicanos e invertir en cambio en el futuro –un Solarmex de las energías renovables– asegura el profesor de economía de la Universidad de Columbia Jeffrey Sachs.
Entrevistado durante un viaje en taxi a través de uno de los notorios embotellamientos de tránsito de Ciudad de México, Sachs, exasesor especial de tres secretarios generales de Naciones Unidas, dijo que se está reuniendo con funcionarios del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador para impulsar un plan de energías renovables.
«México debería ser, puede ser, y si juegan bien sus cartas será una superpotencia de la energía renovable», asegura Sachs. «Pemex no va a recuperar su antigua gloria. Simplemente, ya pasó esa era».
Sachs tiene trabajo por delante para convencer a López Obrador. Desde que asumió el cargo en diciembre, el nuevo presidente ha anunciado planes para construir una refinería de US$8,000 millones en su estado natal de Tabasco y otorgó miles de millones de dólares en reembolsos de impuestos a Pemex. La compañía se tambalea bajo el peso de US$108.000 millones en deuda, tras más de una década de declives de producción. Sin embargo, todavía proporciona alrededor de una quinta parte de los ingresos fiscales.
La preocupación de que el gobierno no pueda dar a la compañía fondos suficientes ha impulsado el rendimiento de los bonos de Pemex con vencimiento en 2027 en 58 puntos básicos desde que López Obrador ganó la presidencia. A los inversionistas también les preocupa que los problemas de la compañía petrolera puedan extenderse a la economía en general.
Ahora Sachs dice que México debería recurrir a las energías renovables. Según la Secretaría de Energía de México, las energías renovables solo correspondieron a 17,3 por ciento de la generación total en la primera mitad del año pasado. La mayor parte de eso provino de la energía hidroeléctrica.
«¿Por qué invertir en la industria del siglo XX cuando se puede construir la industria del siglo XXI con increíbles retornos sociales, ambientales y económicos?» pregunta Sachs. «¿Por qué construir una refinería que se convertirá en un museo? ¿Por qué invertir en Pemex cuando lo que México realmente necesita es un Solarmex?»