Anont Rotthong, un comerciante de durianes, una fruta exótica con un aspecto muy peculiar porque su corteza está cubierta de espinas, optó por iniciar una búsqueda en su página de Facebook con el siguiente mensaje:
“Cualquiera que sepa cómo comprar y seleccionar durián y obtener la fruta de los huertos puede pedir la mano de mi hija”, de 26 años y quien se ha graduado de dos universidades con altos honores, escribió.
Pero la recompensa no termina aquí. Rotthong también le dará al afortunado una alta suma de dinero en efectivo (10 millones de bath, unos 425,000 dólares), 10 autos, una casa y la posibilidad de hacer crecer el negocio comenzando con los dos mercados que ha dirigido por más de 20 años.
El comerciante busca un yerno capaz de lidiar con la responsabilidad del matrimonio y de un negocio, lo cual parece sencillo pero no lo es -y que lo digan los casados a cargo de un negocio. El escogido no tendrá siquiera que pagar un centavo, y en cambio, tendrá la posibilidad de obtener mucho beneficios.
“El hombre que se una a mi familia debe ser bueno y no debe ser un jugador. Lo más importante es que debe ser trabajador y realmente amar a mi hija”, agregó Rotthong, quien tiene otros hijos varones que ya se han establecido con sus familias, según cita el diario Bangkok Post.
A todas estas, ¿qué piensa la joven?
Kansita, la única y más pequeña hija de Rotthong, no se opone al hecho de que su padre le busque un esposo. “Al principio pensé que estaba bromeando, pero resulta que está buscando seriamente un yerno. Mis hermanos y yo respetamos su decisión”, aseguró, pero también aclaró que el post de Facebook de su padre solo estaba dirigido a amigos cercanos.
Para Kansita, un hombre decente que trabaje duro y ame a su familia será lo suficientemente bueno, de acuerdo a Bangkok Post. Ella tuvo una relación de un par de años con un hombre chino pero debido a la distancia, no funcionó.
La joven casadera, por suerte, es atractiva, como muestran las fotos en sus redes sociales:
Rotthong dijo a los reporteros que había tomado esta decisión porque en unos años su hija podría ser demasiado mayor para casarse y además, aseguró que él ya estaba listo para dejar el negocio en manos de las generaciones más jóvenes y centrarse en su otro emprendimiento: los amuletos.
Asimismo, señaló que no buscaba a ningún pretendiente que fuera rico, puesto que él había empezado su negocio sin tener grandes sumas de dinero y le gustaría darle la oportunidad a alguien más.
Curiosamente, entre las condiciones de Rotthong no figura que su futuro yerno no tenga una mia noi -o amante- una práctica muy extendida en Tailandia.
Aunque la peculiar iniciativa no ha sido rechazada por Kansita, sí le ha creado problemas a Rotthong con su esposa, que teme que la propuesta haga parecer a la joven de 26 años desesperada e indeseable.
En cualquier caso, la oferta ha sido un éxito y el teléfono no ha parado de sonar con ofertas de pretendientes desde lugares tan lejanos como Suecia.