México, 27 feb (EFE).- El exgobernador mexicano Javier Duarte, procesado y encarcelado por corrupción, salió este miércoles en defensa de su esposa, Karime Macías, buscada por las autoridades mexicanas y fugada a Reino Unido.
«Es imposible, materialmente imposible, que Karime haya podido desviar recursos públicos simple y llanamente porque no fue servidora pública nunca», dijo en entrevista con Radio Fórmula desde el Reclusorio Norte de Ciudad de México.
Duarte, quien gobernó el oriental estado de Veracruz entre 2010 y 2016, criticó duramente al fiscal veracruzano, Jorge Winckler, por ordenar la aprehensión de su esposa y lo acusó de obedecer a los intereses políticos de Miguel Ángel Yunes, el gobernador que los sucedió.
«El que diga que mi esposa desvió recursos públicos evidentemente es algo fuera de lugar que a todas luces lo único que demuestra es la ignorancia de algunos y la mala fe», arremetió el exgobernador del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
El Gobierno de Veracruz, liderado por Miguel Ángel Yunes hasta diciembre pasado, denunció el año pasado que Macías vivía en un exclusivo barrio de Londres y la acusó de haber desviado 5,7 millones de dólares cuando era primera dama veracruzana.
Duarte respondió que su esposa ocupó un cargo honorario sin sueldo y que no tenía ninguna responsabilidad en el manejo de recursos públicos y negó que tenga una vida de lujos en Londres.
«Karime está viviendo como una madre de familia allá. No puede estar en México derivado de una persecución», sostuvo el exgobernador, quien explicó que «todos los días» habla con su esposa.
Incluso reveló que la vida de su esposa y de sus tres hijos en la capital del Reino Unido le cuesta mensualmente 171.000 pesos (unos 9.000 dólares) entre el alquiler, la escuela y el seguro médico.
«Todo el mundo cree que soy multimillonario y la verdad es que me estoy tronando los dedos. Si no fuera por el apoyo de mi familia y algunos amigos, no podría mantener a mi familia allá», dijo.
Duarte dejó el cargo el 12 de octubre de 2016, 48 días antes de finalizar su mandato, supuestamente para hacer frente a las acusaciones de corrupción.
Pero se convirtió en prófugo de la Justicia cuando un juez dictó una orden de captura en su contra y ese mismo mes fue expulsado del PRI.
Tras seis meses en búsqueda, el exgobernador fue detenido el 15 de abril de 2017 en la recepción de un lujoso hotel de Panajachel, en el departamento de Sololá (Guatemala), y extraditado a México.