Como parte de la Reforma Energética que se llevó a cabo en los primeros años del sexenio anterior, fueron creadas la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), para regular lo relacionado con el petróleo y el Senado nombró presidente a Juan Carlos Zepeda y la Comisión Reguladora de Energía (CRE), para regular lo referente a la electricidad, en la que el Senado designó como presidente a Guillermo García Alcocer.
Faltando dos semanas para que iniciara formalmente el sexenio de Andrés Manuel López Obrador y sin el nombramiento formal como titular de la Secretaria de Energía, Rocío Nahle solicitó la renuncia de los presidentes de ambas comisiones.
Juan Carlos Zepeda presidente de la CNH entregó su renuncia cinco meses antes de que terminara su encargo en mayo de 2019. El presidente de la CRE, Guillermo García Alcocer, se negó a entregar su renuncia argumentando que existían pendientes a resolver en materia de energía. Su gestión como presidente de la CRE termina en 2023. (Reforma 14 de noviembre de 2018)
La demanda de renuncia se dio en el contexto de la discusión de la Ley de la Administración Pública para el sexenio de López Obrador, en la que se proponía subordinarlos a la autoridad de la Secretaría de Energía. Esa propuesta se desechó.
El pasado 31 de diciembre renunciaron como consejeros de la CRE Jesús Serrano Landeros, Neus Peniche, Marcelino Madrigal y Montserrat Ramiro. Para sustituirlos el presidente López Obrador envió al Senado cuatro ternas de las que el Legislativo deberá evaluar los méritos profesionales y académicos de los ciudadanos propuestos por el presidente.
Para Guillermo García Alcocer, presidente de la CRE, las ternas enviadas por el presidente López Obrador al Senado no cumplen los perfiles requeridos y “dejarían en desventaja al sector energético.” (La Jornada, 12 de febrero de 2019)
En su conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional el presidente López Obrador refrendó su apoyo a las ternas y declaró que el presidente de la CRE afirmaba que estaban mal “y como tengo derecho de réplica pues salgo a decir que el señor tiene conflicto de interés, el presidente de la comisión reguladora de energía y el lunes vamos a dar a conocer las pruebas de su conflicto de interés”. (Tribuna, 15 de febrero de 2019)
Cuestionado por los medios de comunicación sobre la posibilidad de su renuncia, Guillermo García Alcocer declaró que no tiene planeado renunciar a su cargo, pues su nombramiento vence en 2023. “La decisión es seguir con el mandato transexenal que se diseñó para darle autonomía a la CRE”.
El presidente de la CRE, Guillermo García Alcocer, reconoció que dos de sus familiares trabajan en empresas del sector energético y negó que esto signifique que como funcionario está incurriendo en conflictos de interés. (Excelsior, 16 de febrero de 2019)
Los 12 candidatos presentados por López Obrador a ocupar las plazas vacantes de comisionados de la CRE han sido duramente criticados en el Senado, por su falta de conocimiento y experiencia en la regulación de la industria eléctrica. (El Economista, 17 de febrero de 2019)
El presidente López Obrador insistió en su opinión sobre el titular de la CRE.
Afirmó que García Alcocer “no debería estar ahí”, no porque haya criticado sus decisiones, sino por las relaciones familiares incompatibles con el cargo.
Y la amenaza de López Obrador se cumplió por medio de la secretaria de la Función Pública, Irma Sandoval, que salió a informar en la conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional que, según sus investigaciones sobre la posibilidad de un conflicto de interés de Guillermo García Alcocer, fue hallado un contrato para transporte de gas natural para una empresa en la que labora un familiar del
funcionario, otorgado en junio de 2017 a la empresa Fermaca -vinculada a la familia del funcionario- para el transporte de gas natural. (El Financiero, 18 de febrero de 2019)
Este episodio sobre el estilo personal de gobernar de López Obrador pone en evidencia que no existe disposición para tolerar en la estructura de gobierno la presencia de funcionarios que llevan a cabo sus actividades porque tienen nombramientos que rebasan el termino del sexenio en el que fueron designados por el Senado y por ello se les ha presionado, en ocasiones con poca discreción, para que presenten su renuncia, con el propósito de que esos espacios sean ocupados por incondicionales, aunque no estén calificados para el cargo que ocuparan.
En el pasado López Obrador sorteo las candidaturas a puestos de elección popular, hoy sus propuestas para puestos de alta especialización ponen de manifiesto que su prioridad no es la eficiencia sino la lealtad sin límites y por eso el que se atreva a disentir será “investigado”. Es la “Santa Inquisición” de la Cuarta Transformación.