El tiempo de cortesía con Donald Trump ha terminado. El gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, ordenó este lunes el repliegue de los 360 soldados de la Guardia Nacional del Estado que se encontraban haciendo labores de apoyo logístico en la frontera con México a petición del presidente de Estados Unidos. “La ‘emergencia’ en la frontera es una crisis prefabricada”, dijo Newsom en un comunicado. “California no tomará parte en este teatro político. Esta es nuestra respuesta a la Casa Blanca: no más división, xenofobia ni nativismo”.
Se trata del primer enfrentamiento directo del nuevo gobernador con el presidente de Estados Unidos, y de un gesto muy significativo en el mismo día en que Trump acude a El Paso (Texas) para seguir haciendo campaña a favor de un muro en la frontera. La semana pasada, fue la nueva gobernadora de Nuevo México, la también demócrata Michelle Luján Grisham, la que anunció la retirada de las tropas estatales de la frontera. Newsom anunció que esos efectivos se dedicarán a prevención de incendios y la estrategia contra el tráfico de drogas, que calificó como “amenazas y emergencias reales de California”.